Educación
Una universidad gratuita y sin profesores
École 42 es una escuela de programación que ofrece capacitación en informática completamente gratuita y abierta a todos aquellos que tengan entre 18 y 30 años.
¿Conoces École 42? Es una universidad gratuita sin profesores, ni honorarios, ni plan de estudios, creada por un comprometido multimillonario que quiere reinventar la educación para el futuro. Cuenta con un centro ubicado en París (Francia) y otro en Silicon Valley (Estados Unidos).
Ambos los ha creado -y pagado de su bolsillo- el cerebro de esta iniciativa: el francés Xavier Niel, acompañado por Florian Bucher, Nicolas Sadirac y Kwame Yamgnane. Su propósito: ser parte de la renovación y cambio del sistema educativo. “Esta es nuestra respuesta a lo que debería ser la escuela del mañana”, señalan.
École 42 es una escuela de programación que ofrece capacitación en informática completamente gratuita y abierta a todos aquellos que tengan entre 18 y 30 años. Su pedagogía se basa en el aprendizaje entre iguales: un proceso participativo que permite a los estudiantes dar rienda suelta a su creatividad a través de proyectos.
“Somos más que un modelo educativo disruptivo o una escuela de programación. Lo que nos hace únicos son las características definitorias de nuestra cultura y cada elemento de ella: desde los estudiantes hasta la estructura y el contenido del plan de estudios, pasando por la matrícula -de 0 euros- y el innovador proceso de admisión”, dicen de sí mismos. Lo que les mueve: la búsqueda de la excelencia, la innovación y la capacidad de cuestionamiento, la creatividad y la pasión, el compromiso con la comunidad y la creencia en oportunidades abiertas.
Por supuesto, la escuela admite a estudiantes de cualquier género, religión, raza, color y origen -nacional o étnico- y acceso a todos los privilegios, programas y actividades. Los parámetros de edad (18 a 30 años) son el único requisito. No se requiere ningún tipo de cualificación ni diploma de haber superado la escuela secundaria, ni ningún título universitario o no universitario. Tampoco se pide información sobre el origen étnico, la experiencia laboral o las actividades extracurriculares del candidato. Su sistema se basa -dicen- únicamente en el mérito.