Resumen generado por IA
La regulación en las ciudades disruptivas debe adaptarse a las nuevas realidades urbanas, promoviendo una Nueva Gobernanza tridimensional basada en la sostenibilidad, la resiliencia y la inclusión. Según Paola Subacchi, directora de Investigación de Economía Internacional en Chatham House, esta gobernanza debe coordinarse a nivel local, regional, nacional e internacional para ser efectiva. La regulación debe facilitar la implantación tecnológica, en lugar de ser un obstáculo, como señala Natalia de Estevan-Úbeda.
Además, la regulación debe abordar aspectos clave como la movilidad urbana, equilibrando la convivencia entre diferentes tipos de transporte, y proteger derechos ciudadanos fundamentales, como la privacidad y el acceso a servicios públicos. También es crucial adaptar la regulación a nuevas formas de acceso a servicios de salud y bienestar. En particular, la movilidad ha visto la aparición de nuevos actores privados que operan sin licencia pública, generando un impacto significativo en la dinámica urbana y planteando retos regulatorios que requieren una respuesta ágil y coordinada para garantizar un desarrollo urbano sostenible e inclusivo.
El futuro de las ciudades disruptivas requiere una regulación inteligente que se adapte a la nueva realidad urbana.
La regulación debe adecuarse a la nueva realidad de las ciudades disruptivas e impulsar una Nueva Gobernanza, tridimensional (en los ejes de la Sostenibilidad, la Resiliencia y la Inclusión) en las ciudades disruptivas, tal como explica en el siguiente vídeo, nuestra experta Paola Subacchi, Director de Investigación de Economía Internacional en Chatham House.
Como también nos comenta Paola, debe coordinarse en las ciudades disruptivas en sus cuatro niveles (local, regional, nacional e internacional) para que de verdad funcione.
Según Natalia de Estevan-Úbeda, “debemos pensar en la regulación como una herramienta para facilitar la implantación de la tecnología, y no al revés”.
La regulación en ciudades disruptivas debe adecuarse a diversos asuntos:
- A la movilidad y la convivencia entre distintos tipos de transporte.
- A la necesidad de conjugar la identificación de los ciudadanos y su derecho a la privacidad.
- Al derecho de los ciudadanos al acceso a los servicios públicos.
- A las nuevas formas de acceso a los servicios de salud y bienestar.
En el caso concreto de la movilidad, han surgido nuevos actores privados, sin licencia pública porque los servicios que ofrecen a priori no los requieren, que están teniendo una gran incidencia en lo que ocurre en las ciudades.