Resumen generado por IA
Según Anita Roth de Airbnb, para 2050 será necesario construir entre 200 y 1.000 millones de viviendas nuevas debido al crecimiento de la población mundial, que alcanzará aproximadamente 9.700 millones. Un fenómeno relacionado con la expansión urbana es la gentrificación, donde personas con mayor poder adquisitivo se establecen en barrios céntricos deteriorados, elevando los precios de la vivienda y desplazando a los residentes originales. Esta dinámica responde a la constante búsqueda de mejores y más asequibles lugares para vivir.
Expertos como Jens Schulte-Bockum destacan que las tendencias demográficas y la distribución de la riqueza podrían transformar radicalmente el desarrollo social de las ciudades. Para mitigar los problemas de acceso a la vivienda, se plantean soluciones como el teletrabajo, que permite a profesionales laborar remotamente sin necesidad de trasladarse a grandes urbes. Innovaciones en transporte, alojamiento y trabajo, impulsadas por empresas como Uber, Airbnb y WeWork, están creando nuevos modelos urbanos. En este contexto, es crucial implementar políticas que fomenten la cohesión social y garanticen el acceso a la vivienda para los sectores más vulnerables, afrontando así los retos del crecimiento urbano de manera inclusiva.
Las ciudades del futuro se enfrentan al reto del acceso a la vivienda y la gentrificación.
Según apunta Anita Roth, responsable de investigación de políticas en Airbnb, se estima que las ciudades necesitarán entre 200 y 1.000 millones de viviendas nuevas para 2050, año en el que la ONU prevé que la población mundial alcance los 9.700 millones de almas.
La gentrificación, que consiste en que ciudadanos acomodados se instalen en barrios céntricos, pero poco dotados de servicios o con cierto abandono urbano, produce un aumento del precio de la vivienda y hace que los habitantes naturales de ese tipo de barrios tengan que alejarse o reubicarse. La gentrificación sucede porque la gente está continuamente buscando sitios mejores y más baratos en los que vivir.
“La combinación de las grandes tendencias demográficas y de la distribución de la riqueza nos pueden llevar a un cambio radical en el desarrollo social de las ciudades”, dice Jens Schulte-Bockum, responsable de operaciones de la compañía sudafricana de telecomunicaciones MTN Group y patrono de la Fundación Innovación Bankinter.
Algunas de las soluciones al acceso a la vivienda pasan por el teletrabajo, pues contribuye a que cada vez más profesionales trabajen de forma remota, de manera que no haga falta que se muden a las grandes ciudades. “Uber, Airbnb, Wework… Estamos creando nuevos paradigmas para el transporte, el alojamiento o el trabajo que pueden transformar las ciudades”, apunta Kyle Corkum, cofundador y consejero delegado de la promotora LStar Ventures.
Si cada vez más personas van a vivir a las ciudades, es necesario realizar políticas activas que promuevan la cohesión social, facilitando el acceso a la vivienda a los colectivos más desfavorecidos.
Directora de Policy Research en Airbnb