Educación
Learning-by-doing, capacitación a máxima potencia

Esta metodologÃa activa competencias esenciales y se posiciona como la estrategia formativa ideal para un mundo en permanente transformación.
En la era de la transformación digital y la constante evolución del mercado laboral, la formación profesional ya no puede limitarse a la transmisión de conocimientos teóricos. AsÃ, el modelo learning-by-doing —o «aprender haciendo»— se posiciona como la metodologÃa ideal para quienes desean desarrollar habilidades prácticas y adaptarse con agilidad a los cambios del entorno profesional. De hecho, este enfoque fomenta el pensamiento innovador, la integración de diversas disciplinas y la experimentación continua, impulsando tanto la resolución de problemas como la generación de ideas disruptivas.
El concepto de aprender haciendo tiene raÃces antiguas, remontándose a las ideas de Aristóteles, quien ya defendÃa la importancia de la práctica como medio para alcanzar el conocimiento. Según el filósofo griego, el aprendizaje se afianza a través de la acción, y la verdadera comprensión de una materia se consolida al experimentar y aplicar lo aprendido en contextos reales.
La relevancia de este concepto ha resurgido en las últimas décadas en el ámbito educativo y formativo. Filósofos y teóricos como John Dewey, David A. Kolb y Edgar Dale han cimentado sus fundamentos, enfatizando la importancia de la experiencia directa y el ciclo de aprendizaje que combina experiencia concreta, reflexión, conceptualización y acción. Este método no solo consolida el conocimiento, sino que también optimiza la retención de información a través de experiencias prácticas y multisensoriales.
Estudios en el campo de las neurociencias respaldan la eficacia del aprendizaje activo, evidenciando mejoras en áreas cognitivas como la atención, la memoria y la velocidad de procesamiento. Del mismo modo, laboratorios de innovación que utilizan tecnologÃas como el eye-tracking y el neurofeedback confirman que este enfoque no solo optimiza el rendimiento a corto plazo, sino que también sienta las bases para un desarrollo profesional sostenido a lo largo del tiempo.
En este sentido, el aprendizaje basado en la práctica presenta múltiples ventajas en comparación con los métodos tradicionales de formación, especialmente en un entorno laboral que exige cada vez mayor adaptabilidad. Entre los principales beneficios del learning-by-doing se encuentra la capacidad de enfrentar situaciones reales o simuladas, lo que estimula el pensamiento crÃtico y la adaptabilidad, empujando a desarrollar estrategias eficaces para superar obstáculos inesperados.
Asimismo, la experimentación constante y la exposición a escenarios novedosos fomentan la creatividad y la innovación, impulsando la generación de ideas frescas y soluciones fuera del esquema convencional, algo esencial en un mercado competitivo. Esa combinación de teorÃa y práctica cierra la brecha entre el conocimiento académico y su aplicación en el mundo real, fortaleciendo competencias técnicas y transversales como la comunicación, la colaboración, la toma de decisiones y la gestión del estrés.
Además, la posibilidad de recurrir a plataformas y elementos digitales en la organización del flujo de trabajo permite personalizar la formación según las necesidades individuales. AsÃ, este modelo logra fomentar un aprendizaje inclusivo y efectivo, maximizando el potencial de cada estudiante/trabajador.
Aplicación del learning-by-doing
La implementación de este modelo en la formación profesional se traduce en programas que combinan teorÃa, práctica y simulaciones en entornos controlados. Entre las herramientas empleadas destacan tecnologÃas como la realidad virtual y aumentada, que permiten entrenarse en la toma de decisiones bajo presión en escenarios realistas. Un ejemplo es la creación de simulaciones para la gestión de crisis, donde los participantes deben actuar rápidamente ante imprevistos, como una emergencia en una planta de producción o una falla en un sistema crÃtico.
Por otro lado, los proyectos colaborativos y multidisciplinarios fomentan la innovación mediante la integración de distintas áreas de conocimiento, asà como el coaching digital, impulsado por el machine learning, facilita un aprendizaje personalizado y progresivo, promoviendo la autonomÃa del usuario. Finalmente, la evaluación continua y el feedback inmediato permiten ajustar la formación en tiempo real, optimizando el desarrollo de competencias y asegurando un impacto tangible en el desempeño laboral.
El learning-by-doing es también el enfoque adoptado porel programa Akademia de Fundación Innovación Bankinter, donde estudiantes de distintas universidades y disciplinas se reúnen para analizar e interpretar las tendencias del futuro a partir de lo aprendido en la carrera. Con la participación de 20 expertos y la realización de casos prácticos, Akademia busca ampliar la mirada de los participantes y dotarlos de las herramientas necesarias para transformar ideas en realidad. Una oportunidad única para acercarse a la innovación de manera integral.
La formación basada en el aprendizaje práctico no solo capacita a los profesionales en habilidades técnicas, sino que también les inculca una actitud de apertura y flexibilidad mental. De hecho, la formación tradicional, centrada en la memorización de conceptos, a menudo resulta insuficiente para enfrentar los desafÃos de un entorno dinámico y complejo. En contraste, el modelo learning-by-doing ofrece una solución integral que promueve una mentalidad proactiva y resiliente.
En definitiva, el modelo learning-by-doing invita a pensar ‘fuera de la caja’, a romper con los esquemas tradicionales y a explorar nuevas formas de aprender y enseñar. Al desafiar las estructuras establecidas y promover la conexión entre disciplinas diversas, se abren oportunidades para transformar ideas en soluciones creativas, posicionándose como la clave para enfrentar los desafÃos de la era digital.