Aplicaciones IA
Ámbito legal e Inteligencia Artificial

Este ámbito tiene dos vertientes:
aplicar la ley a la inteligencia artificial y aplicar la inteligencia artificial a la ley
¿Cómo puede la inteligencia artificial crear un ámbito legal basado en tecnología? Podemos hablar de esto desde dos puntos de vista, aplicar la ley a la inteligencia artificial (con regulaciones como la GDPR) o aplicar inteligencia artificial a la ley.
Históricamente los sistemas legales han sido poco tecnológicos, pero en el SXX con la revolución informática los servicios legales se han enfrentado a un nuevo paradigma, donde no sólo se han digitalizado los servicios, sino que se tienen que construir sistemas que combinen el conocimiento legal con la metodología y procesos tecnológicos, y por qué no, con la IA. Este hecho está cambiando por completo los servicios jurídicos, e incluso la administración judicial.
El razonamiento jurídico es, en esencia, un proceso algorítmico por naturaleza, y con la industria tecnológica jurídica, si cuenta con tanta confianza, podríamos regularizar la ley en su totalidad. La ley tiene estrategias para aprender, almacenar y retener información. Los conceptos jurídicos se almacenan jerárquicamente de manera parecida, con los conceptos de orden inferior supeditados a los del orden superior. Por esto la inteligencia artificial o el aprendizaje automático puede ser aplicables a este sector y transfórmalo al completo.
¿Cómo puede la IA crear un sistema legal basado en la tecnología?
Podemos abordar esto desde dos perspectivas: aplicar la Ley a la IA (con regulaciones como GDPR) o aplicar la IA a la Ley.
Tradicionalmente, los sistemas legales se han resistido al azar tecnológico, pero en el siglo 20 la revolución de las TI ha planteado un nuevo desafío para los servicios legales: no solo los servicios se han digitalizado, sino que también existe la necesidad de construir sistemas que combinen el conocimiento legal con metodologías y procesos tecnológicos y, por qué no, con la IA. Esto está cambiando drásticamente el sistema legal e incluso la administración de justicia.
El razonamiento legal es, en esencia, un proceso naturalmente algorítmico, y confiamos lo suficiente en la industria tecnológica legal, entonces podríamos regularla por completo. La Ley tiene estrategias para aprender, almacenar y retener información. Los conceptos jurídicos se almacenan jerárquicamente de manera similar: los conceptos de bajo nivel están sujetos a los de alto nivel. Es por eso que la inteligencia artificial y el aprendizaje automático se pueden aplicar en esta área y cambiarla drásticamente.
Nuestra experta Lauren Dyson destaca las aplicaciones de la IA en ámbito policial: “En la mayoría de las comisarías de EE.UU. se utilizan algoritmos predictivos para decidir a dónde destinan a los oficiales de policía con el fin de prevenir el mayor número de delitos posible”, afirma.
Lo hacen no sin polémica, dado que se ha demostrado que a menudo estos sistemas perjudican a personas de color, a quienes atribuyen un mayor riesgo criminal.