Defensa espacial

Resumen generado por IA

La defensa espacial ha sido un motor clave en el desarrollo de la industria espacial desde sus inicios, con raíces en los misiles intercontinentales y una fuerte inversión gubernamental en satélites espía y redes de comunicaciones militares. Proyectos cotidianos como el GPS tienen origen militar, creados para mejorar la capacidad de posicionamiento de las fuerzas armadas. Aunque el Tratado sobre el espacio exterior prohíbe armas en el espacio, las necesidades militares han impulsado el avance tecnológico y la inversión en el sector.

Sin embargo, las empresas del “nuevo espacio” pueden aportar valor en áreas donde los gobiernos carecen de infraestructura, como la provisión de datos sobre objetos en órbita para evitar colisiones, a través de iniciativas como la Space Data Association. También pueden ofrecer ancho de banda a fuerzas militares mediante el alquiler de capacidad en satélites comerciales o la instalación de transmisores militares en ellos. El Departamento de Defensa de EE.UU. obtiene aproximadamente el 80% de su capacidad satelital vía servicios comerciales, con una inversión anual cercana a 1.000 millones de dólares. Además, tecnologías como pseudosatélites y soluciones anti interferencias desarrolladas por el sector privado amplían estas capacidades.

El mercado de defensa espacial es significativo, con inversiones en EE.UU. de 11.000 millones de euros en 2019 y un valor global estimado en más de 22.500 millones de euros, reflejando la importancia creciente de la colaboración entre gobiernos y empresas en operaciones espaciales de defensa.

La industria espacial tiene un papel fundamental en defender la seguridad de la Tierra desde el espacio.

La defensa espacial es otro de los campos que siempre han estado presentes en la era espacial; de hecho los primeros desarrollos de cohetes para usos civiles están basados en diseños de misiles intercontinentales. Y es que dejando aparte el asunto de que el Tratado sobre el espacio exterior prohibe armas en el espacio las necesidades militares han sido un motor claro del desarrollo de la industria espacial, en la que los gobiernos han invertido cantidades ingentes de dinsero a través de las empresas aeroespaciales tradicionales para la construcción de satélites espía como en redes de comunicaciones militares. Pero es que incluso algo que nos parece tan cotidiano como el GPS nació como un proyecto militar de los Estados Unidos para que sus fuerzas armadas pudieran disponer de un sistema que les permitiera determinar su posición y la hora en cualquier momento en cualquier lugar del mundo.

Lo cierto es que parece difícil que las empresas del «nuevo espacio» se puedan abrir un hueco aquí. Pero sin embargo hay cosas que pueden ofrecer los operadores comerciales como por ejemplo Thales Alenia en el campo de la seguridad, en especial en aquellas cosas para las que los gobiernos no tienen infraestructura.

Una de ellas puede ser la de proporcionarles datos acerca de todo lo que se va lanzando, pues el espacio está cada vez más lleno. En ese sentido una iniciativa como la Space Data Association, que comparte datos tanto acerca de las órbitas de los satélites comerciales como del uso que hacen de las frecuencias de radio puede ser de interés para los militares, que no tendrían que preocuparse de conseguirla. Esto ayuda a evitar colisiones o aproximaciones demasiado cercanas entre satélites. Otra es el uso de satélites comerciales para darles el ancho de banda del que de otra forma no disponen. Puede ser mediante la instalación de transmisores militares en satélites comerciales o mediante el alquiler de canales, transmisores, o incluso satélites enteros. De  hecho el Departamento de defensa de los Estados Unidos obtiene así el 80% de la capacidad que necesita, con una inversióin anual de unos 1.000 millones de dólares. También está el uso de pseudosatélites –aviones, globos o dirigibles que vuelan a entre 20 y 50 kilómetros de altitud– desde los que se pueden dar serviciosde comunicaciones y observación, el uso de satélites de reconocimiento privados, el control de drones vía satélites o el uso de nuevas tecnologías anti interferencias y de protección contra radiaciones nucleares desarrolladas por la iniciativa privada. 

Para 2019 unos 11.000 millones de Euros sólo para los EEUU según SpaceNews. Los ingresos fueron de 605.600 millones de Euros en todo el mundo en 2017 según Deloitte. Así que el valor total del mercado se estima en más de 22.500 millones de Euros. 

El papel de las empresas en operaciones espaciales de defensa

Conferencia de Eduardo Bellido, CEO de Thales Alenia Space Spain, en la XXXI reunión del Future Trends Forum sobre la Comercialización del Espacio.

Eduardo pone algunos ejemplos de operatciones que se han realizado en el campo de defensa en la comercialización del espacio.