Startups
Financiación de startups: estas son sus fases y lo que debes esperar de ellas

El camino de crecimiento de una startup pasa por diferentes métodos de financiación que corresponden a varios niveles de riesgo y oportunidades de ganancias.
Una startup parte de una idea de negocio que necesita ser validada y desarrollada a través de varias fases de startup, las cuales, con habilidad y suerte, pueden conducir a la creación del producto o servicio y su lanzamiento al mercado, así como al crecimiento exponencial de la empresa.
Este camino de crecimiento está marcado por los diferentes métodos de financiación que corresponden a varios niveles de riesgo y oportunidades de ganancias. Es algo similar a escalar una montaña: una especie de ascenso que parte desde el valle de las ideas y apunta a la cima del éxito.
Fase Pre-Seed y Bootstrap
En esta fase, en la que el proyecto se encuentra en un nivel de equipo informal, es necesario dedicarse al desarrollo y perfeccionamiento de la idea y el modelo de negocio. Así es como se entiende si la idea se podrá convertir en un producto por el cual un segmento de clientes estará dispuesto a pagar. En esta etapa, la startup está en el campamento base, justo antes de iniciar el ascenso. Y la financiación suele ser escasa.
Por lo general, solo los inversores informales tienden a financiar iniciativas que se encuentran en una de estas fases de startup tan iniciales. La pre seed también se denomina bootstrap o fase de arranque precisamente porque muchas veces los únicos fondos provienen de los ahorros personales del emprendedor, o de los llamados Family, Friends and Fools (3F) o Love Capital, parientes, amigos y “locos”, es decir, inversores dispuestos a ayudar en un momento de necesidad porque creen en la idea. A veces también se utiliza el crowdfunding para superar esta primera etapa en el ascenso de una startup.
Fase semilla (Seed)
Una vez establecido que existe un mercado para la idea, hay que trabajar en la definición del modelo de negocio: comienza el ascenso. En esta etapa, será necesario obtener fondos para respaldar los numerosos gastos, ya que el bootstrap por sí solo difícilmente será suficiente. De hecho, hay que estructurar un plan de negocio y prototipar la puesta en marcha con un MVP (Minimum Viable Product), lanzarlo al mercado para las primeras pruebas y adquirir los primeros clientes.
Normalmente, en la fase semilla, la financiación puede proceder de subvenciones públicas a través de programas para aceleradoras de startups, pero también entran los primeros equity, como crowdfunding e inversiones de business angels. En esta fase de startup hay que mostrar una idea ya validada, un modelo de negocio repetible y escalable, y un equipo sólido y competente. Normalmente, en esta etapa de su ascenso, la startup necesita una financiación en torno a los 100.000 o 200.000 euros.
Fase de Early Stage
En esta etapa es necesario concentrar esfuerzos y recursos en atacar el mercado y ganar visibilidad. Es ahora cuando la startup encara una de las paredes más complicadas de su expedición y necesitará echar mano de todo el equipamiento posible. En este punto, el MVP debe lanzarse al mercado para permitir la adquisición de los primeros clientes, dar a conocer la marca y recopilar feedback, alcanzando así el product-market fit.
Se requieren mayores inversiones en esta fase de startup, ya que aún no se registran ingresos significativos. Pueden ser rondas de inversión de 300.000 a 500.000 euros, necesarias para financiar actividades de desarrollo de producto, marketing y dotación de personal. En esta etapa se utilizan principalmente business angels, que invierten en la empresa a cambio de acciones de la misma, y los primeros Venture Capital.
Fase de Early Growth
La startup inicia su verdadero crecimiento y consolidación con la captación de clientes y las primeras ganancias. Comienza a vislumbrar la cumbre, pero todavía es necesario perfeccionar el modelo de negocio, sentar las bases para el proceso de crecimiento y escalada de la startup, así como elaborar un plan de marketing y establecer la estrategia comercial.
Esta fase se caracteriza por dos clases de rondas:
- Serie A: financiación muy importante que va desde 1 millón de euros hasta 10-15 millones. En España, sin embargo, las cifras son más bajas. Generalmente los principales inversores son Venture Capital y los fondos de Private Equity, que invierten en startups cuando el riesgo es mucho menor. Estos fondos son fundamentales para ingresar al mercado, mejorar la estrategia de ventas y desarrollar los canales de distribución.
- Serie B: las inversiones alcanzan cifras aún mayores porque la startup ya está consolidada. El objetivo principal ahora es el crecimiento exponencial, así como la expansión a través de nuevas contrataciones y nuevos departamentos estratégicos para aumentar la cuota de mercado.
Fase de crecimiento (Growth)
Esta fase también se llama ‘sustained growth’ (crecimiento sostenido). El producto o servicio ya está en el mercado y, para coronar la cima, es crucial aumentar exponencialmente el número de clientes y la facturación. Es el oxígeno imprescindible para remontar los últimos metros del ascenso.
En esta fase de startup es en la que se producen las rondas de inversión de Serie C, caracterizadas por un riesgo muy bajo, pero también por un ROI bastante bajo.
Generalmente esta fase se caracteriza por una consolidación de las actividades y procesos. La financiación sirve por tanto para alcanzar el máximo valor posible en el mercado antes de cotizar en bolsa o vender. Además de la Serie C, puede haber otras rondas de financiación (serie D, F…) y la startup también podría buscar otras formas de financiarse como la emisión de bonos.
Fase de Exit
Es la última fase del ciclo de vida de la startup, que ya ha llegado a su pleno funcionamiento y puede financiarse gracias a los ingresos. Es decir: ha alcanzado la cima de la financiación de las startups y plantado su bandera en el suelo. Eso sí, ahora debe acometer el descenso y, para ello, necesita una estrategia.
En este sentido, existen diferentes tipos de estrategias de exit, que representan el paso del estado de startup al de empresa consolidada, con la salida de todos los inversores.
Algunas de las formas más populares son:
- IPO: abrir las acciones de la startup al público.
- Fusiones y adquisiciones: la startup es adquirida o se fusiona con otra empresa más grande.
- Buyback: el empresario recompra todas las acciones de los inversores y toma posesión de la empresa.
- Venta Secundaria: el emprendedor vende algunas acciones de la startup a terceros, pero se queda con algunas de ellas.
Al igual que ocurre con cualquier montañero o alpinista, cuando un emprendedor ha coronado una cumbre, ya está pensando en la siguiente. En el caso de las startups, recursos como el Observatorio de Startups o el programa Scaleup Spain Network de Fundación Innovación Bankinter resultan especialmente útiles.