Inteligencia artificial
IA y soft skills: combinación ganadora en educaciónÂ

La alianza entre el potencial de la tecnologÃa y las capacidades humanas es la clave para la formación del futuro y el acceso al mercado laboral con garantÃas
Para la mayorÃa de las empresas, las competencias transversales ya cuentan tanto como, si no más, que las llamadas hard skills. Asà lo confirma, entre otros, un estudio de BusinessNameGenerator (BNG). Según la investigación la introducción de nuevas tecnologÃas como la inteligencia artificial ha modificado la demanda de competencias especÃficas, requiriendo a los empleados profundizar en las habilidades ya poseÃdas o integrar nuevas, especialmente las que tienen que ver con la manera en que las personas trabajan e interactúan con los demás.
En particular, el desarrollo de tecnologÃas digitales ha hecho que la capacidad de adaptación e innovación sea un requisito esencial para las empresas que quieren mantenerse competitivas en su sector. La aparente paradoja es que el aumentado protagonismo de la tecnologÃa por un lado permite automatizar procesos, pero por otro vuelve más indispensable que nunca la componente humana, esas soft skills que esa misma tecnologÃa puede ayudar a desarrollar.
La inteligencia artificial (IA), la realidad aumentada (RA) y la realidad virtual (RV) permiten elaborar recorridos de formación ‘inmersivos’ con los que el trabajador puede aprender a partir de situaciones verosÃmiles, pero sin el temor de repercusiones en caso de error. Esto entrena el manejo de las condiciones de estrés que podrÃan crearse en la realidad.
Los puntos fuertes de las tecnologÃas aplicadas al aprendizaje son la posibilidad de recrear escenarios adaptados al contexto en el que opera el trabajador e interactuar con el mismo, proporcionando retroalimentación en tiempo real, tanto sobre el lenguaje verbal como sobre la gestualidad. Innumerables son los escenarios que estos ‘gimnasios virtuales’ pueden crear: una presentación ante compañeros o stakeholders o la gestión de una queja de un cliente.
Por otro lado, soluciones basadas en IA como los chatbots pueden entrenar el intercambio verbal para la resolución de conflictos o fomentar una comunicación efectiva. Además, los últimos avances en el campo del aprendizaje inmersivo involucran también el sentido del tacto con nuevas formas de seguimiento manual, mientras que los sensores biométricos permiten analizar elementos como el ritmo cardÃaco y la respiración, parámetros útiles para monitorear la efectividad real de los programas en curso.
Sin bien existe una cuestión relacionada con la recolección e interpretación de estos datos, que debe ser lo más respetuosa posible de la privacidad del individuo, el aprendizaje basado en simulación es un paradigma en rápido crecimiento en la formación: desde las primeras herramientas rudimentarias basadas en hipervÃnculos se ha llegado a sistemas que ofrecen un entorno de simulación en el que las personas enfrentan situaciones complejas, similares a la vida real.
Se utilizan simuladores basados en inteligencia artificial y cine interactivo, que permiten entrenar las competencias requeridas; entre estas soluciones destacan los llamados serious games, que reproducen situaciones realistas en un entorno protegido para experimentar diferentes estrategias y probar la efectividad de lo que se hace normalmente, recibiendo feedback y aprendiendo de la experiencia vivida. Se trata de una oportunidad de gran valor para el desarrollo del liderazgo y las capacidades de toma de decisiones.
En una investigación realizada por la Universidad de Utrecht, en PaÃses Bajos, se examinaron 28 estudios cientÃficos que compararon la efectividad de los serious games con otras metodologÃas de aprendizaje. Los investigadores concluyeron que efectivamente esta solución mejora la adquisición de conocimientos y habilidades cognitivas y parece ser prometedora incluso para la adquisición de habilidades motoras.
El futuro del trabajo no será una competencia entre el ser humano y las máquinas, sino una colaboración sinérgica. Las ‘soft skills’ evolucionarán hacia nuevas formas de ‘inteligencia aumentada’, donde las capacidades humanas se fusionan armoniosamente con el potencial de la IA. Hay que confiar en un encuentro entre ‘soft skills’ y ‘digital skills’ para desarrollar las competencias necesarias en el siglo XXI, donde será indispensable conocer el funcionamiento de la tecnologÃa pero, aún más, el de las personas.