Futuro Social
La tecnologÃa, una gran aliada contra la escasez de agua

En un planeta con cada vez más problemas de estrés hÃdrico, soluciones tecnológicas como la desalinización o la captura del agua atmosférica son clave para garantizarnos el acceso a este recurso esencial
El 75 % del territorio español está en riesgo de desertificación. Junto a Grecia, es el paÃs europeo con mayor estrés hÃdrico, lo que significa que la demanda de agua es mayor que la cantidad disponible. Esta situación se agrava como consecuencia de la crisis climática, que trae temperaturas cada vez más altas y, por tanto, más evaporación del agua en superficie y más fenómenos atmosféricos extremos como las sequÃas y las inundaciones.
La reciente tragedia de la DANA en Valencia, que provocó la muerte de más de 200 personas tras caer en apenas tres horas la cantidad de lluvia que suele caer en todo un año, ha mostrado hasta qué punto estos fenómenos pueden ser destructivos. La necesidad de optimizar la gestión hÃdrica es, por tanto, más evidente que nunca.
Ante la creciente escasez y demanda de recursos hÃdricos, el informe Future Trends Forum ‘Agua: nuestro recurso vital en jaque’ de la Fundación Innovación Bankinter analiza el papel clave de la tecnologÃa para optimizar el uso del agua y garantizar su disponibilidad y su calidad.
Agua reutilizada y agua desalada
Apostar por la innovación puede ayudar a capturar y reutilizar más agua. En California, por ejemplo, el reciclaje indirecto potable está permitiendo tratar el agua residual mediante la ósmosis inversa y reinyectarla en acuÃferos para que se pueda volver a usar. Se espera que, en 2040, el 40 % del suministro de agua en algunas regiones californianas proceda de este sistema.
El experto David Sedlak propone evolucionar hacia la reutilización de recursos hÃdricos dentro de los propios edificios. Se trata de recoger el agua procedente de la lluvia, de las duchas e incluso de los inodoros para tratarla y darle nuevos usos.
Otra tecnologÃa que cada vez tiene más peso en las estrategias de gestión de recursos es la desalinización. Las plantas desalinizadoras cogen agua de mar y, al hacerla pasar por membranas semipermeables, logran quitarle las sales y otras impurezas. Un sistema muy útil pero que también presenta un reto en tiempos de crisis climática: necesita una gran cantidad de energÃa. Combinar las plantas con generadores de energÃa eólica o solar es imprescindible para que este método pueda ser sostenible.
Convertir el aire en agua
Otra innovación tecnológica que merece la pena tener presente es la captura del agua atmosférica. Esta permite obtener agua potable directamente del aire, una solución muy útil en zonas con acceso limitado a otras fuentes hÃdricas. Con este método, se captura aire del ambiente, se filtra para evitar contaminación y se enfrÃa hasta alcanzar su punto de rocÃo y lograr la condensación del agua, que se trata para evitar que absorba materiales no deseados.
El ejército de Estados Unidos recurre a esta tecnologÃa para garantizarse el suministro de agua en zonas de conflicto. El gobierno de Qatar la ha empleado en situaciones de desastre. Sin embargo, se trata de una solución que también tiene aún desafÃos que resolver, especialmente su alto consumo energético, los costes operativos, la dependencia de las condiciones climáticas y la necesidad de una inversión significativa para la infraestructura inicial.
Soluciones para purificar el agua
Más de 2.000 millones de personas vivÃan sin acceso a agua potable segura en 2022. Esto es un problema para la salud y el bienestar de las personas, hasta el punto de que 1.000 niños mueren al dÃa por enfermedades como la diarrea. También es un obstáculo para el desarrollo económico y social. Por eso entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por Naciones Unidas se encuentra el acceso equitativo a agua potable, saneamiento e higiene. Y la tecnologÃa dirigida a mejorar la calidad del agua puede tener un papel decisivo para lograrlo.
Es el caso de las tecnologÃas emergentes para la purificación del agua. Entre ellas destacan los reactores biológicos de membrana, que combinan procesos biológicos y filtración para conseguir una eliminación eficiente de contaminantes.
Otro proceso tecnológico que cobra importancia para lograr este objetivo es la digitalización, que ayuda a mejorar la eficiencia en la distribución del agua. Los sensores inteligentes y las plataformas de análisis en tiempo real permiten una detección temprana de problemas para poder aplicar soluciones a tiempo. En Melbourne, por ejemplo, se ha desarrollado un proyecto en el que los tanques de agua están conectados a sistemas centralizados que optimizan el almacenamiento y distribución del agua, lo que ayuda a evitar inundaciones y aprovechar mejor los recursos.
Estos son solo algunos ejemplos de cómo la tecnologÃa tiene mucho que aportar para mejorar el acceso de la población al agua. Un recurso que escasea y que, por tanto, debemos aprender a optimizar para poder vivir en un planeta con condiciones climáticas cada vez más adversas.