Resumen generado por IA
El entorno de microgravedad en el espacio ofrece condiciones únicas para la fabricación de productos que en la Tierra serían imposibles o mucho más complicados. Esta ausencia casi total de gravedad permite optimizar formas sin necesidad de soportes, obtener mezclas más homogéneas que reducen impurezas y fabricar materiales en vacío, mejorando notablemente su calidad. Ejemplos destacados incluyen la producción de fibra óptica, cristales de proteínas y aleaciones metálicas a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI).
Una iniciativa pionera en esta área es Made in Space, una compañía estadounidense que ha desarrollado la Additive Manufacturing Facility, una impresora 3D instalada en la EEI que fabrica piezas y permite experimentar con manufactura en microgravedad. Además, trabaja en el proyecto Archinaut, un módulo equipado con brazos robóticos para fabricar, ensamblar y reparar estructuras en el exterior de la estación. Sin embargo, el alto coste de enviar materias primas a la órbita limita actualmente la viabilidad económica de estos procesos. Se espera que la reducción de costos en lanzamientos y la futura explotación de materiales de asteroides impulsen su desarrollo.
Según un estudio del IDA, la manufactura espacial podría generar hasta 320 millones de euros anuales, aunque esta cifra es tentativa dado que la actividad aún es incipiente. En la XXXI reunión del Future Trends Forum, Jason Dunn, cofundador de Made in Space, planteó cómo la industria espacial puede abordar los desafíos futuros, más allá de los problemas actuales, impulsando la innovación y la comercialización en el espacio.
Una de las aplicaciones de la industria espacial es la fabricación en el espacio, con nuevas metodologías y materiales.
En el espacio se dan varias condiciones que en la Tierra son imposibles, en especial la microgravedad, que permite cosas como fabricar productos sin que necesiten los soportes que serían necesarios en la Tierra, lo que deja optimizar su forma, e incluso darles formas imposibles bajo la gravedad terrestre. La microgravedad también permite que los materiales se mezclen de forma más uniforme, lo que reduce sus impurezas, impurezas que se ven aún más reducidas si la fabricación se hace en el vacío. Así, se han fabricado muestras de fibra óptica, cristales de proteínas, o incluso aleaciones metálicas en un pequeño horno eléctrico a bordo de la Estación Espacial Internacional, por citar algún ejemplo.
El ejemplo más práctico hasta ahora quizás sea el de Made in Space, la compañía estaounidense que ha fabricado la Additive Manufacturing Facility, que para entendernos es una impresora en 3D instalada en la Estación Espacial Internacional que permite tanto fabricar piezas como hacer pruebas de nuevas ideas y conceptos en cuanto a la manufactura en microgravedad. Pero sus planes son bastantemás ambiciosos, y está trabajando junto con Northrop Grumman y Oceaneering Space Systems en el desarrollo de Archinaut, un módulo que se montaría en el exterior de la EEI capaz de fabricar, ensamblar y reparar estructuras y máquinas, pues además de imprimir en 3D estará dotado de tres brazos robot capaces de manipular las piezas que fabrique.
El problema principal es que es que todavía es caro poner en órbita las materias primas, así que por ahora es difícil justificar estos procesos. Aunque en el futuro, con el abaratamiento de los lanzamientos espaciales y –más a largo plazo aún– con la explotación de materiales que se puedan extraer de asteroides la cosa podría cambiar.
Según el IDA en su estudio sobre el mercado de una Estación espacial comercial, la manufactura en el espacio podría alcanzar unos 320 millones de € al año, aunque es muy tentativa porque en realidad se ha hecho muy poco todavía. De hecho esta cifra corresponde a la hipótesis de la puesta en órbita de una posible estación espacial privada que pudiera estar en funcionamiento a mediados de los 2020 y en adelante.
¿Cómo puede la industria espacial solucionar los problemas de mañana?
Conferencia de Jason Dunn, Cofundador y Director de Made in Space, en la XXXI reunión del Future Trends Forum sobre la Comercialización del Espacio.
Jason Dunn reflexiona sobre cómo ha cambiado la tecnología y el ritmo de crecimiento y se pregunta cómo puede la industria espacial solucionar los problemas de mañana y no sólo los de hoy o los de ayer.
Cofundador en Made in Space