Innovación
¿Son los youtubers e influencers los nuevos lÃderes de opinión?

Hasta hace diez años, un lÃder de opinión, en general, era alguien que se habÃa ganado la credibilidad de millones de personas porque habÃa destacado en su profesión.
El modelo clásico del lÃder de opinión ha dejado paso a una enorme diversidad de perfiles que incluyen a los YouTubers, los influencers y las estrellas de Twitter.
Todo ha sucedido muy deprisa. Hasta hace diez años, un lÃder de opinión, en general, era alguien que se habÃa ganado la credibilidad de millones de personas porque habÃa destacado en su profesión. También asumÃamos que, siempre con la ayuda de los grandes medios de comunicación que difundÃan sus mensajes, era capaz de cambiar la forma de pensar de amplÃsimos colectivos. Nadie sabÃa muy bien cómo medir su influencia.
Al mismo tiempo, la credibilidad de su visión del mundo estaba asociada a determinadas experiencias y conocimientos que el público valoraba y que, por lo general, exigÃan cierta edad. Esto no quiere decir que fuesen muy mayores, pero tampoco solÃan tener menos de 35 años salvo en los casos de algunos actores, cantantes y deportistas.
La explosión de los blogs primero y de las redes sociales después en los últimos quince años ha transformado este contexto. Algunos de los grandes protagonistas e influencers Instagram, Twitter o Youtube (youtubers) no necesitaron recurrir, inicialmente, a los grandes medios de comunicación de masas para acumular millones de seguidores. Además, muchos de ellos tenÃan menos de 35 años y, en ocasiones, menos de 30 también. No era necesario que fuesen estrellas en su profesión y, de hecho, algunos ni siquiera contaban apenas con experiencia laboral.
Lo principal era su extraordinaria capacidad de comunicación y movilización, que ahora por fin se podÃan medir aproximadamente. Contábamos con instrumentos para evaluar su impacto e influencia gracias a los datos masivos y las distintas tecnologÃas que miden las interacciones de sus perfiles con sus seguidores en las redes sociales. Ahora ya era posible comparar, aproximadamente, la influencia y credibilidad de dos lÃderes de opinión.
Es difÃcil predecir el futuro de un fenómeno tan incipiente. TodavÃa son los grandes medios de comunicación de masas, sobre todo la televisión, los que más lÃderes de opinión ayudan a generar. Las empresas sólo están empezando a aprender a exprimir el impacto de estos nuevos personajes para vender sus productos en el mercado y los medios no saben si deben entrevistarlos, invitarlos a las tertulias o encargarles programas. En paralelo, parte del público también ha iniciado su romance con ellos, pero todavÃa queda mucho camino por recorrer en la conquista de los mayores de 40 años.
Nadie descarta que los nuevos lÃderes de opinión creen sus propios imperios de comunicación o productos de consumo, que se alÃen con los actores tradicionales o que se vean eclipsados por otros y desaparezcan tan rápido como surgieron. Las incógnitas hacen el escenario todavÃa más fascinante.