Inversión
Las rondas de financiación medianas crecen y eso es una buena noticia para tu startup

El crecimiento de las fases medianas de financiación es una buena señal para todo el ecosistema, ya que indica su maduración
Las startups necesitan encontrar capitales para que la idea de negocio nazca, crezca y se convierta en un modelo de éxito. Es una necesidad que acompaña a la empresa a lo largo de toda su existencia. Por supuesto, hay diferencias dependiendo de la etapa de desarrollo en la que se encuentre. Para ello, existen varias rondas de financiación para startup.
La primera del ciclo de vida de una startup se denomina ‘pre-semilla’ y se refiere esencialmente a la fase en la que los fundadores inician operaciones y tratan de materializar su idea. Los inversores más comunes, además de los propios emprendedores, son los de las llamadas tres F (family, friends and fools), los Business Angels o el crowdfunding.
Por supuesto, antes de aportar cualquier tipo de financiación, los inversores pretenden realizar una due diligence, es decir, una comprobación de las condiciones de la startup, evaluando diversos factores como la gestión, la experiencia de los fundadores y su equipo, el tamaño del mercado y, por último, el riesgo financiero.
En la siguiente fase de early growth, en la que se trabaja en el modelo de negocio, el plan de marketing y de estrategia comercial, se insertan las rondas de financiación Serie A y Serie B. Estas suelen llevarse a cabo por Venture Capital, una vez que la empresa haya desarrollado un track record. Es decir, una base de usuarios, cifras de ingresos constantes y validación de mercado concreta.
Serie B, el momento del salto
Sin duda, la ronda de financiación más ansiada por una startup pero a la vez más complicada de conseguir es la Serie B. De hecho, tras las fases semilla y Serie A, las startups ya deberían haber desarrollado una buena base de usuarios y estar preparadas para enfrentarse al mercado, incluso a nivel internacional. Pero es necesario demostrar que todavía hay espacio para el crecimiento y que el éxito inicial puede ser replicado a gran escala.
Si se supera este obstáculo, se puede llegar a las siguientes fases de financiación, hasta las denominadas megarrondas y, posiblemente, la cotización en bolsa. Para un ecosistema nacional, por lo tanto, el aumento de las inversiones en las etapas intermedias es una señal de madurez, ya que significa que más empresas han superado las primeras etapas y comienzan a afianzarse en el mercado.
En este sentido, España lanza señales positivas. En 2021 el volumen de inversión se cuadruplicó respecto a 2020, alcanzando los 4.294 millones de euros, el mejor resultado de la serie histórica En el ecosistema español de startups el mayor incremento de inversión se encuentra en las series C y posteriores (6X vs 2020), pero continúa su expansión atestiguada por el relevante crecimiento de las Series A y B (+22,9% y +17% respectivamente).
Este año 2022 está viendo confirmada esta tendencia. Según Javier Megías, director del Observatorio de Startups de la Fundación Innovación Bankinter, el crecimiento de las rondas de financiación medianas “es algo que en España estamos viendo desde hace unos años. Antes teníamos muchas rondas en fase semilla y algunas en serie A y ahora algunas de estas empresas han evolucionado y cierran series B y C. En lo que va de este 2022 respecto al 2021, el aumento en series C es de un 60%”.
Preferencias de los inversores en 2022
En concreto, en los primeros meses de 2022 el volumen de inversión ha sido ligeramente superior al primer trimestre de 2021, con un aumento del 22,3%. En España se realizaron 115 operaciones por un total de 1.226 millones de euros. Al crecimiento de las Series B y C, corresponde una caída del 20% en operaciones de Serie Growth y un repunte más moderado en operaciones semilla y Serie A. El ecosistema parece premiar las fases intermedias frente a las turbulencias del mercado debidas a factores monetarios y geopolíticos.
Aun así, explica Megías, “aunque existe una tendencia alcista en las operaciones de series C y B, creo que es una tendencia algo atípica y seguimos hablando de números pequeños. Hay que tener en cuenta el escenario macro. En este sentido, las inversiones en semilla y serie A no sufren de forma tan inmediata las turbulencias. En cambio, las empresas en fase C y de megarrondas están muy cerca del mercado y pueden sufrir mucho más”.
Por otro lado, a pesar de una mayor inversión, las Series B implican un riesgo algo menor respecto a las fases anteriores. En esta fase, de hecho, el tamaño de la startup ya es notable, aunque todavía no se considera una empresa madura y autosuficiente en términos de márgenes y flujo de caja. Los inversores deben estar convencidos de que existen márgenes significativos de crecimiento.
Por tanto, entre la apuesta en las fases iniciales y los efectos negativos de un mercado convulso en los tramos finales del ciclo de crecimiento de una startup, las rondas intermedias son el terreno que actualmente ofrece mayores garantías. Con la Serie B se pasa de la fase de lanzamiento a la de ampliación, donde los fondos de Venture Capital y Private Equity se centran tanto en los objetivos alcanzados como en su potencial.
Procedencia y destino de las inversiones
En 2021, los Venture Capital multiplicaron por 3,5 su inversión en España respecto a 2020. Los fondos extranjeros aumentaron su presencia un 335%. Los primeros meses de 2022 confirmaron que España ya es un mercado consolidado para los grandes inversores foráneos. Una vez más, se aprecia cómo también estos capitales llegan en fases cada vez más tempranas, cuando solían concentrarse solo en las megarrondas.
Eso sí, lo hacen sobre todo en forma de inversión mixta, es decir, con participación local. De hecho, “la inversión extranjera pura se ha ralentizado un poco, mientras que la mixta tiene un crecimiento de un 125% interanual. Por su parte, los inversores locales han crecido un 14% en actividad y un 30% en volumen”, confirma Magías.
En cuanto a los sectores más atractivos del ecosistema español, el experto reconoce que “este año ha habido un fuerte aumento de inversiones en Travel y Turismo (+175% interanual), aunque concentrado en pocas grandes operaciones. El sector con más actividad es el de Business and Productivity, tanto en volumen (+38%), como en número, con 39 operaciones, el doble del 2021. Luego están Real Estate y Marketing y Advertising. Se nota también una tendencia de crecimiento clara en Salud y Bienestar, tanto en volumen como en actividad, y una cierta caída de la inversión en Fintech y Logística”.
Las rondas de financiación intermedias representan una fase vital para las startups y es tarea del emprendedor mostrar un plan de crecimiento bien definido, escalable y rentable. De hecho, al llegar a las rondas de financiación Serie B, los inversores ya cuentan con muchas métricas que les permiten examinar el valor real y futuro de la startup. Por tanto, es importante que el emprendedor compruebe su posicionamiento en el mercado a través de estudios, parámetros y estadísticas públicas y estudie cuáles pueden ser los puntos fuertes de sus competidores. Superada esta fase, lo mejor está por venir.