Observatorio
Pasos para convertir una idea en un negocio

Exploramos cómo transformar el conocimiento académico en innovación que pueda aplicarse en el mercado
Nueve de cada diez startups fracasan en sus primeros años de vida. Esto sucede porque, muy a menudo, sus fundadores adoptan una planificación superficial. Lamentablemente, de hecho, una idea de negocio, por muy brillante que sea, se queda solo en eso si no se desarrolla hasta convertirse en una empresa rentable. Desde la universidad hasta los despachos, pasando por los laboratorios, perseguir un sueño es algo magnÃfico, pero hay que aprender a concretarlo y luego venderlo. Yeso no es fácil.
La colaboración entre empresa y universidad es la base de un ecosistema innovador que funciona. En ese sentido, programas como InspiraTech, desarrollado en colaboración entre Fundación Innovación Bankinter y Fundación CSIC, permiten la transferencia de los conocimientos tecnológicos y de gestión, necesarios para pasar de la fase académica a la empresarial. De hecho, esta formación se dirige a personas procedentes del ámbito cientÃfico que están terminando su doctorado o lo han acabado recientemente y que aspiran a acercarse a la innovación con el propósito de desarrollar investigaciones y soluciones reales con un impacto social.
Dependiendo de si se quiere montar una empresa o simplemente desarrollar una innovación en un ámbito especÃfico, hay que apostar por estrategias diferentes, pero para ambas opciones es imprescindible seguir un camino bien definido, caracterizado por estudio y planificación, tratando de rodearse de las personas adecuadas. Vamos a ver cuales son las etapas principales de este proceso.
1. Identificación de oportunidades
El primer paso es definir el problema que la idea pretende resolver. Hay que asegurarse de que la innovación tenga una aplicación práctica y un mercado potencial. ¿Por qué es importante esta solución? ¿Qué valor ofrece? Debe existir una necesidad real para aumentar las posibilidades de éxito. Este paso incluye también una evaluación inicial de las barreras de entrada al mercado, como las patentes, el costo de desarrollo y la competencia.
2. Investigación de mercado y análisis de viabilidad
Antes de desarrollar un producto o servicio, se debe realizar un análisis exhaustivo del mercado. Esto incluye investigar a los competidores, entender las necesidades de los clientes y definir claramente el público objetivo. Entrevistas, encuestas y smoke test (una simulación de lanzamiento para medir el interés del público antes del lanzamiento real) pueden ayudar a entender si la propuesta tiene cabida. Conocer a fondo el mercado, incluidos benchmarks y competidores, permite identificar oportunidades y ajustar la estrategia. Herramientas como el análisis SWOT (fortalezas, debilidades, oportunidades, amenazas) ayudan a definir los riesgos y ventajas potenciales.
3. Definición del Modelo de Negocio
Si el objetivo es crear una empresa, posiblemente una startup, hace falta encontrar un Modelo de Negocio, para definir cómo la innovación creará valor para los clientes. Se puede usar el Business Model Canvas, una herramienta visual que facilita la comprensión y la actualización del modelo a medida que evolucione (o se modifique) la idea de negocio y, por lo tanto, el Business Model.
4. Desarrollo de prototipo y validación de la idea
Para pasar a la acción se puede utilizar, por ejemplo, el método Lean Startup de Eric Ries, que consiste en probar la idea en el mercado con herramientas como el MVP (Producto MÃnimo Viable): un prototipo, que sea testeable y modificable según los feedback recibidos. Esta versión básica permite probar nuestro concepto sin invertir grandes recursos antes de lanzarlo a gran escala.
4. Creación de un plan de negocio sólido
El plan de negocio es un documento que detalla todos los aspectos del proyecto: descripción del producto, análisis de mercado, plan financiero, estrategia de marketing, y modelo de negocio. Define cómo se generarán ingresos, qué recursos son necesarios y cuál es la estructura operativa. Un plan bien diseñado es clave para atraer inversores y asegurar la viabilidad del negocio a largo plazo.
5. Obtención de financiación y recursos
Para llevar una idea al mercado, se necesita financiación y existen distintas opciones: subvenciones, business angel, capital de riesgo e incubadoras. Reunir los recursos financieros y humanos es el paso clave para superar los retos que conlleva transformar una idea en un negocio. Hay que formar un equipo cohesionado y especializado, donde cada miembro deberÃa ser experto en un área del negocio (marketing, finanzas, gestión, etc.). Y, por supuesto, hay que contar con un contable, posiblemente un abogado, un consultor laboral, etc.
6. Colaboración con la industria y redes de apoyo
La transferencia de conocimiento del ámbito académico al mercado es más efectiva cuando existe colaboración con la industria. De hecho, las alianzas estratégicas y el networking pueden facilitar el acceso a recursos adicionales, experiencia en comercialización, y posibles canales de distribución. Además, participar en programas de incubación puede proporcionar mentorÃa y apoyo para navegar las fases iniciales del negocio.
7. Crecimiento
Esta fase es la consecuencia de las acciones realizadas anteriormente. Hay que trabajar en la innovación continua y en la optimización de los procesos, usando las mismas lentes que utilizan los clientes. Con una estrategia bien definida y el apoyo adecuado, se puede transformar una idea innovadora en productos o servicios que tengan un impacto real en el mercado y la sociedad.