Importante avance contra el envejecimiento liderado por científicos españoles

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Juan Carlos Izpisúa-Belmonte, junto con Pedro Guillén y Guang-Hui Liu, ha liderado una investigación orientada inicialmente a mejorar la artrosis, una enfermedad común en personas mayores de 50 años, y que promete avances en la prevención de patologías asociadas al envejecimiento. Publicado en la revista Cell Research en 2020, su estudio ofrece esperanza para restaurar la función articular dañada, facilitar la regeneración del cartílago y aliviar los síntomas de la artrosis. Este equipo también ha realizado descubrimientos previos relacionados con el envejecimiento, como una proteína que retrasa el envejecimiento celular y que fue publicada en Nature en 2019, relacionada con la osteoporosis.

La investigación se enmarca en el campo de la Gerociencia, que busca comprender cómo el envejecimiento incrementa la vulnerabilidad a enfermedades y propone ralentizar este proceso como la estrategia más eficaz para la prevención primaria. En este sentido, expertos como Jay Olshansky, citado en el Future Trends Forum de la Fundación Innovación Bankinter, señalan que aunque detener el envejecimiento no es viable actualmente, sí es posible ralentizarlo para que las personas a los setenta se sientan con la vitalidad de los cincuenta, o a los ochenta como a los sesenta, en un horizonte a corto o medio plazo. Este enfoque representa un nuevo paradigma en la salud pública para mejorar la longevidad y calidad de vida.

El descubrimiento de un grupo de científicos, liderado por españoles, permite mejorar el rejuvenecimiento de los tejidos, la calidad de las células madre y fortalecer la protección frente al envejecimiento.

Juan Carlos Izpisúa-Belmonte, que dirige la cátedra Roger Guillemin en el Laboratorio de Expresión Génica del Instituto Salk de Estudios Biológicos, junto con el también español Pedro Guillén, Director de la Clínica Cemtro, y el doctor chino Guang-Hui Liu, han dirigido una investigación dirigida inicialmente a mejorar la artrosis y que tendrá aplicación en la prevención de patologías asociadas a la edad, para así evitar el envejecimiento.

Su trabajo ha sido publicado por la revista científica Cell Research el 31 de julio de 2020, y supone una esperanza para restaurar la función dañada de las articulaciones, facilitar la regeneración de los cartílagos y aliviar los síntomas de la artrosis. No olvidemos que la artrosis es la enfermedad más prevalente en el ser humano a partir de los 50 años.

Este equipo de investigadores ha realizado otros descubrimientos relacionados con el envejecimiento y la longevidad, como el publicado en julio de 2019 en la revista científica Nature sobre una proteína que retrasa el envejecimiento celular. En aquella ocasión, relacionado con la osteoporosis.

El Future Trends Forum (FTF) de la Fundación Innovación Bankinter sobre Longevidad, celebrado en 2017, ya apuntaba que la Gerociencia, campo interdisciplinario que busca comprender el fundamento de la relación entre el envejecimiento y la vulnerabilidad a la enfermedad, está dando un nuevo empuje a la lucha por ralentizar el envejecimiento, bajo la premisa de que este nuevo paradigma de salud pública será el método de prevención primaria más eficaz.

Jay Olshansky, experto del FTF, profesor en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Illinois en Chicago, investigador asociado en el Centro de Envejecimiento de la Universidad de Chicago y en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, y científico jefe en Lapetus Solutions, Inc. en la XXIX edición del Future Trends Forum sobre Longevidad, decía: “Deberíamos centrarnos en ralentizar el proceso biológico del envejecimiento. Detenerlo no es una opción plausible ahora, pero ralentizarlo sí: que nos sintamos a los setenta como si tuviéramos cincuenta, o a los ochenta como a los sesenta, eso sí será posible a corto-medio plazo”.