Ciudades
6G, ciudades y sostenibilidadÂ

¿Puede la tecnologÃa de telecomunicaciones inalámbricas mejorar la calidad de vida en los entornos urbanos? ¿Es posible que el 6G nos traiga ciudades más inclusivas, seguras, eficientes y limpias? Probablemente, como ya hicieron generaciones previas como el 2G, 3G, 4G y 5G. Aunque la ciudadanÃa tiende a abrazar rápidamente los cambios, integrarlos en sus vidas, y mirar hacia la siguiente disrupción.
La normalidad del contenedor conectado a internet: lo que ya se ha logrado
A finales de los 2000, algunas ciudades del mundo hacÃan pilotos con contenedores conectados al, entonces, emergente 3G y 2G+. La idea era que la papelera avisase al camión de la basura que su contenido estaba lleno, de forma que la ruta de recogida se hiciese de forma más eficiente. La pionera ciudad de Santander instaló 12 000 sensores. El dato es fascinante por dos motivos: en aquel momento era futurista, y hoy es casi poco.
El contenedor está conectado a internet, las luces de la calle también, y los semáforos, las bombas de las fuentes de los parques, la climatización de los edificios públicos, el autobús y sus paradas. Lo que hace años fue innovador, una década después es lo común, casi lo mÃnimo. Las mejoras en infraestructuras de telecomunicaciones, 5G incluidas, se instalan y adoptan de forma inmediata, y seguidamente se mira al futuro, hacia el 6G.
¿Qué traerá el 6G a las ciudades?
Como puede leerse en el informe Megatrends 2024, uno de los cobeneficios fundamentales del 6G en el ámbito urbano es el de «optimizar el aprovechamiento de esas infraestructuras y minimizar la huella de carbono de la ciudad». ¿Cómo es posible que esto ocurra si, de hecho, cada tecnologÃa de telecomunicaciones móviles consume ligeramente más que la anterior?
SÃ, con cada generación el tráfico de datos se dispara y aumenta el consumo del sistema, pero este aumento de datos redunda en actividades humanas globales de menor impacto. Por ejemplo, ahora el termostato envÃa el doble de datos, pasando de consumir 5 Wh al dÃa a 10 Wh, pero ahorrando con ello 1000 Wh de electricidad al mejorar la eficiencia energética de la estancia.
El ejemplo de la climatización es extrapolable a toda la ciudad, asà como a la movilidad. Una red de telecomunicaciones más rápida, con menor latencia y más fiable redunda en un transporte público mucho más eficiente. Combinadas, movilidad y climatización son las dos grandes consumidoras de energÃa eléctrica y de combustión. Pero hay más.
6G para la recirculación de materias primas
La gestión eficiente de recursos finitos —y cada vez más escasos, como el agua— es la única forma de preservarlos para generaciones futuras. La sexta generación de telecomunicaciones móviles permitirá un control más fiable de redes crÃticas como los recursos hÃdricos, especialmente dónde hay fugas, qué agentes consumen más lÃquido, cuándo y dónde, o qué actuaciones pueden llevarse a cabo para reducir el consumo y recircular el agua.
Esto también es de aplicación en flujos entrantes de comida y salientes de residuos. Las ciudades son grandes consumidoras de recursos porque en su interior viven muchas personas, y precisamente por lo mismo los residuos son notables. Respecto a los alimentos, el 6G es una tecnologÃa crÃtica en agricultura, capaz de ayudar con la generación de comida; y la misma red de comunicación puede ser un apoyo a la evaluación de la tasa de residuos urbanos.
Combinando ambos sistemas, las telecomunicaciones sirven como sistema de trazabilidad de materias primas (alimentos y residuos) que ayuden a cerrar este circuito. Como señalaban los boletines circulares del Ministerio de Transición Ecológica, «será necesario posicionarse en el mercado de las tecnologÃas limpias, consolidar la red 5G e invertir en la 6G».
Conducción autónoma, realidad virtual, inteligencia artificial, IoT, ¿cómo cambiarán con el despliegue de 6G?
Las tecnologÃas emergentes cambian las reglas de juego, pero necesitan condiciones ideales para aparecer y consolidarse. Mientras que algunas como la IA o el IoT pueden ir mejorando gradualmente con la tecnologÃa móvil, ganando capacidades en cada iteración y haciendo viable su uso masivo por cada vez más usuarios; existen tecnologÃas que necesitan de un punto de inflexión en las comunicaciones que aún no se da, pero podrÃa aparecer con el 6G.
Los coches autónomos son sin lugar a duda una de las tecnologÃas más demandadas en los centros urbanos, en los que el movimiento casi caótico de personas y vehÃculos requiere de un nivel de procesamiento de la información más allá de las capacidades del 5G. Aunque estos ya circulan con relativa naturalidad por autopistas, y realizan escaramuzas en algunas ciudades estadounidenses, los entornos europeos requieren más atención al peatón y al ciclista. Más sensores, más datos, y más velocidad de transmisión.
Otra de las tecnologÃas que parece tener problemas para despegar con éxito es la realidad virtual y realidad aumentada. Más allá del peso de las gafas o dispositivos usados como pantalla está el hecho de que unos pocos milisegundos de más en la latencia hacen que el usuario se maree. El 5G, con una latencia que ronda los 10 milisegundos, no ha sido capaz de evitar este efecto, pero el 6G (por debajo de 1 ms) probablemente lo logre.
La tecnologÃa de 6G debe ser considerada como una tecnologÃa habilitadora de posibilidades, una tecnologÃa de soporte sobre la que construir otras más complejas. Al igual que el 4G y el 5G hicieron posible las llamadas de voz IP, las videollamadas sin lag y videoconferencias, el visionado de vÃdeos en el metro, la trazabilidad de contenedores, la mejora de los GPS, el 6G cambiará la vida de los ciudadanos.