Longevidad y educación

Resumen generado por IA

El texto aborda la educación desde un enfoque amplio que va más allá de la educación formal, incluyendo el ámbito laboral y extendiéndose a lo largo de la vida, incluso en la longevidad. Se menciona el proyecto The Powerful Now de Ideo, que señala que el esquema tradicional de las tres etapas de la vida está quedando obsoleto. La tecnología, especialmente la inteligencia artificial y la robótica, puede ayudar a las personas a desarrollarse mejor, fomentando su reinvención, relevancia y capacidades a lo largo del tiempo.

Asimismo, se destaca la importancia de la educación para transformar la visión sobre la longevidad. La red global Aging2.0, liderada por Stephen Johnston, promueve que las personas mayores pasen de ser simples receptoras a actores activos, entendiendo y satisfaciendo sus propias necesidades. Se prevé que en 50 años los trabajadores mayores serán el mayor grupo laboral y muchos serán autónomos, lo que resalta la necesidad de una cultura de mentoría intergeneracional. La colaboración entre generaciones, aprovechando las habilidades que mejoran con la edad, como la resolución de problemas y la toma de decisiones, puede ser potenciada por la tecnología.

Finalmente, transmitir estos conceptos mediante la educación permitiría que las empresas valoren más a las personas mayores, promoviendo entornos laborales inclusivos, comunitarios y flexibles, donde la experiencia y el conocimiento de los mayores sean reconocidos y aprovechados.

La longevidad requiere una adaptación del proceso educativo ya que las personas necesitaran formarse a lo largo de toda su vida.

Al hablar de educación, no sólo hay que tratar la educación formal, sino abordar el concepto desde un enfoque muy amplio, como el laboral. Ademas de poder extenderlo en el tiempo, incluso en la longevidad. El proyecto The Powerful Now de la compañía Ideo es una propuesta muy interesante, que parte de la premisa de que el esquema tradicional de las tres etapas de la vida se está quedando obsoleto.

La tecnología nos permite crecer como individuos y ser mejores, más fuertes y más aptos. La inteligencia artificial y la robótica nos puede ayudar a ser mejores personas de acuerdo con los intereses y metas de cada uno. En definitiva, se trata de fomentar que la gente tenga un mejor desempeño, más relevancia, más capacidad de reinvención y más posibilidades en la vida.

La educación afecta también a nuestra visión de la longevidad. La red global de innovación Aging2.0, dirigida por el experto del FTFStephen Johnston, habla de una nueva concepción de este grupo de edad, en el que éste deja de ser sólo receptor de productos y servicios y pasa a tener un papel activo. Para ello, hay que entender qué necesitan las personas mayores y eso es algo que ellas pueden saber mejor que los jóvenes. Se trata de ponerlos en el centro y entender así lo que necesitan.

Es importante porque todo parece indicar que, dentro de 50 años, los trabajadores mayores van a ser el mayor grupo laboral y muchos tendrán empleos por cuenta propia. Ha de volver la cultura del mentor. Esto se recoge también en Aging2.0, donde apuestan por colaborar, concebir y diseñar nuevos productos entre las distintas generaciones en conjunto, de forma interactiva. Para ello es importante definir qué habilidades son más propias de cada grupo de edad. Por ejemplo, tanto la resolución de problemas complejos como la toma de decisiones son dos habilidades que mejoran con la edad y que una red de mentores podría transmitir a la gente joven, algo a lo que la tecnología podría contribuir.

Si con educación se consiguen transmitir estos conceptos, las empresas valorarían más a las personas mayores. Todo esto implica una concepción más amplia de los valores en las empresas, que implica que éstas tengan las puertas siempre abiertas, que sea más fácil entrar y salir de ellas, que sean más comunitarias e inclusivas y que reconozcan la valía de las personas mayores.