Futuro Social
Valores empresariales: conectar con el talento será clave para atraerlo

Los trabajadores comprometidos se sienten parte de una visión compartida con su empresa.
El CEO de LinkedIn, Ryan Roslansky, ha revelado que el porcentaje de los usuarios de la plataforma que cambiaron de trabajo en el último año ha aumentado el 54 %, lo que muestra la importancia de retener el talento en las organizaciones. Por su parte, la cofundadora y CEO de IN4IMPACT, Arantxa Balsón, asegura en uno de nuestros webinar sobre el futuro del trabajo, que después de la pandemia las organizaciones asumen un tercio de turnover, cuando antes este porcentaje solía rondar el 12%.
Estos datos forman parte del fenómeno que el psicólogo organizacional Anthony Klotz ha llamado ‘La Gran Renuncia’. En particular, según LinkedIn, las transiciones laborales de la Generación Z aumentaron el 80 % y las de los Millennials, el 50 %. En este proceso influye la remodelación de las prioridades generada por la pandemia, un evento que ha acelerado decisiones en el ámbito laboral y vital. Según Klotz, la precariedad y el aumento de casos de burnout puede haber empujado a muchas personas a reordenar sus vidas.
Valores empresariales en los que reflejarse
Los trabajadores quieren algo mejor, no tanto en tema salarial, sino en cuanto a una mayor flexibilidad y proyección de carrera. También quieren verse reflejados en valores empresariales de igualdad y responsabilidad social. Las empresas que quieran atraer al talento tendrán que remodelar sus ofertas en la dirección de un mayor engagement, que pasa por conectar con estas necesidades y valores.
Estar comprometidos, de hecho, significa sentirse parte de una visión compartida. En esa visión, la organización representa un vehículo y una herramienta para su implementación. Esta es una implicación que debe involucrar tanto la esfera racional del profesional que evalúa su trabajo sobre la base de elementos tangibles y cuantificables, como la esfera emocional y conductual.
Sin embargo, el informe ‘State of the Global Workplace‘ de Gallup muestra que solo el 20 % de los recursos humanos está actualmente comprometido con su trabajo. Esto afecta negativamente a cuestiones como la productividad o a la capacidad de afrontar una transformación. En concreto, según Gallup esta falta de compromiso le cuesta cada año a la economía mundial 8,1 billones de dólares, casi el 10 % del PIB global, en productividad perdida.
Crear un entorno fértil
Según Arantxa Balsón,“las organizaciones pospandémicas deben ser ecológicas, ecosistémicas, económicas, híbridas, exponenciales, resilientes y, sobre todo, conectadas con las personas. La organización que no cuide de su comunidad, y de las personas que la componen, no tendrá éxito”.
Un terreno fértil para el compromiso de los empleados lo constituyen aquellos entornos en los que empresa y trabajador interactúan como dos vasos comunicantes capaces de influirse y enriquecerse mutuamente. En ellos, uno reconoce el valor del otro, así como en qué objetivos y valores coinciden. Esta es la clave por la que los valores empresariales desempeñan un importante papel a la hora de atraer y retener talento.
Como explica Tammy Erickson, profesora de Comportamiento Organizacional en la London Business School, con ocasión de la reunión del Future Trends Forum sobre ‘El futuro del trabajo’, “hay que crear un entorno al cual las persona elijan sumarse”.
Además, según Erickson, “el trabajo más importante que debe realizar una compañía es la movilización de la inteligencia: las compañías que tendrán éxito en 2030 serán las que apostarán por la creatividad”, asegura. Iniciativas como Cre100do buscan precisamente ayudar a las medianas empresas españolas en la atracción y retención del talento, el elemento más importante en la economía del conocimiento.
En este sentido, el papel de los directivos es fundamental. Para fomentar el florecimiento de ideas y promover la innovación, deben poder establecer una comunicación efectiva con los empleados y estar preparados para escuchar. Arantxa Balsón considera que “debe cambiar el estilo de liderazgo para movilizar el talento en un sentido mucho más compartido. El CEO debe ser, sobre todo, un coach para extraer el máximo valor de su organización”.
Además de determinar un aumento de la productividad, contar con empleados comprometidos con los valores empresariales influye positivamente en la imagen corporativa. “Debemos definir un propósito compartido, generando un contexto donde todos tengamos ganas de aprender permanentemente”, concluye Balsón.