IoT
OM_IoT en acción monitorizar la gestión del agua

A pesar de su presencia ubicua en el planeta y la adaptabilidad humana, la mayoría del agua no puede ser usada para beber o cultivar; y la tecnología para desalinizar la del océano es energético-intensiva y produce daños ambientales de calado. Existen ejemplos de IoT aplicado a la gestión de agua para proteger este recurso crítico.
Agua, recurso finito y cada vez más escaso
Justo antes de adoptar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la ONU sostenía que 1800 millones de personas vivían en países que se enfrentarían a escasez de agua en 2025, la misma cantidad de personas que lograron acceso al agua gracias a los ODM. Los últimos informes arrojan cifras como que la población urbana global sometida a escasez de agua podría doblarse de 2016 a 2050, alcanzando a los 1700 a 2400 millones de personas.
¿Por qué es necesario monitorizar las canalizaciones de agua? Lo que no se mide, no existe
Las tuberías, especialmente las fabricadas con hierro, presentan fugas de agua por motivos tan diversos como roturas por aumentos de presión, pequeños sismos y corrimiento de tierra, perforación por raíces, heladas, accidentes de obras próximas, y un largo etcétera de circunstancias.
Al estar soterradas y no resultar visibles, y teniendo en cuenta que muchas fugas de agua no afloran a superficie, sino que penetran en la tierra, es posible que un ayuntamiento tenga fugas de agua millonarias durante décadas sin que nadie vea nada. Por eso hay que medir.
Además, esta tecnología puede ser usada no solo como una tecnología que evita pérdidas por eventos accidentales, sino también el despilfarro asociado a actividades humanas no sostenibles como el riego de césped en climas secos o áridos.
IoT para la gestión del agua: buscando bajadas de presión
Durante las últimas décadas, la tecnología de detección de fugas de agua se ha puesto a disposición de los sistemas de gestión de ayuntamientos y regiones con el objetivo de actuar de forma rápida ante una fuga. Y están siendo todo un éxito al proteger este recurso tan valioso.
La monitorización de la red de aguas parte de una tecnología basada en la sensorización para detectar bajadas de presión, velocidades inapropiadas dentro de tuberías o aumentos bruscos de humedad fuera de las mismas. Al estar conectados en red, son ejemplos de IoT.
Monitorizar el agua usando líneas de teléfono móvil
Gigantes del sector de la protección de agua, como Aqualia (45,2 millones de usuarios en 18 países) hacen uso de la tecnología de telecomunicaciones móviles para monitorizar puntos críticos, y al principio de 2024 firmó con Vodafone un contrato con 6,5 millones de líneas activas, esto es, puntos de envío de conexiones. Sin embargo, estos puntos pueden dar servicio a docenas de puntos de lectura de igual forma en que un módem puede comunicar todos los dispositivos de un mismo hogar a internet.
Esta ‘internetización del agua’ —a la que Klaus Schwab, creador del Foro Económico Mundial, llamó waternet en su libro La cuarta revolución industrial (2016)— es importante también para que la ciudadanía sea consciente de su consumo y pueda realizar acciones para aprovechar mejor este recurso. Aunque la perspectiva individual es mucho menos eficiente que una política regional, es una forma de sumar.
Plantar piedras para crear arroyos, fotovoltaica flotante para evitar pérdidas por evaporación, cavar captadores de lluvia
Para luchar contra la sequía y el desabastecimiento de agua, especialmente en países secos, la monitorización de la gestión de agua se complementa con acciones tan variadas como las que se ponen de ejemplo:
- La captura de agua atmosférica, tanto mediante enfriadoras impulsadas con energía renovable como las redes pasivas que condensan la niebla, se está posicionando como una solución menos lesiva que desalar.
- En todo el mundo, pero especialmente en África con las medias lunas y Estados Unidos y China con barreras de piedra, están usando tecnologías de captura de agua y absorción de lluvia con sistemas de nula energía mecánica disponibles desde hace milenios.
- En una interesante estimación de investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología del Sur en Shenzhen (China), se llega a la conclusión de que más de 154 grandes áreas metropolitanas del mundo podrían alcanzar la autosuficiencia energética mediante fotovoltaica flotante, lo que a su vez protegerá sus fuentes de agua embalsada de la evaporación.