Resumen generado por IA
La Fundación Innovación Bankinter destaca el programa Akademia, que forma a personas apasionadas por la innovación, como Alba Molina, alumni que estudió Derecho y Administración de Empresas. Tras su paso por Akademia, Alba descubrió que la innovación trasciende sectores y no se limita a tecnologías, sino que implica procesos globales y acciones ejecutables, lo que transformó su visión y la motivó a liderar proyectos de innovación abierta y corporate venture en el despacho Cuatrecasas. Allí, impulsa programas de aceleración de startups, inicialmente centrados en Legaltech, que ahora abarcan sectores como asegurador, financiero, salud y robótica, ayudando a estas empresas a navegar complejos retos jurídicos derivados de sus tecnologías disruptivas.
Alba destaca que Cuatrecasas combina ingeniería y derecho para desarrollar soluciones innovadoras, como la automatización de contratos con inteligencia artificial y la estructuración de datos audiovisuales para abogados litigantes. También subraya el papel creciente de tecnologías como blockchain y smart contracts en el ámbito legal, y la importancia de entender y regular la inteligencia artificial generativa. Finalmente, aconseja a emprendedores comenzar rápido, pivotar con agilidad, contar con un buen equipo y asesoramiento legal para proteger sus activos y asegurar el éxito, pues muchos proyectos fracasan por desconocimiento jurídico pese a su potencial innovador.
Entrevistamos a Alba Molina, alumni de Akademia, y responsable de proyectos de innovación abierta en Cuatrecasas, tanto desde la aceleradora como desde el programa Fast Track internacional.
En la Fundación Innovación Bankinter nos sentimos orgullosos de los alumni que han participado en nuestro programa Akademia.El programa cuenta con unas características -proceso de selección de alumnos, contenido de las sesiones y los docentes que las imparten-, que hace que los alumni sean personas apasionadas por la innovación y con ganas de aportar nuevos puntos de vista y nuevas soluciones. En esta ocasión entrevistamos a Alba Molina, que estudió el doble grado en Administración y Dirección de empresas y Derecho en la Universidad Pompeu Fabra. Alba cursó Akademia y comenzó a interesarse por el mundo de la innovación y las tecnologías, y cómo podía aplicarse al sector legal. Actualmente, está liderando los proyectos de open innovation y corporate venture del despacho Cuatrecasas.
A continuación, reproducimos la entrevista que mantuvimos con Alba Molina:
Tras tu paso por Akademia, ¿cómo cambió tu manera de ver la innovación y cómo llevarla a cabo?
Creo que descubrí la innovación precisamente en el programa de Akademia, porque al final, en la universidad estudias lo que es más cercano, o lo que es más ejecutable. Y precisamente, apuntarme en el programa Akademia fue lo que me permitió descubrir la innovación. Creo que lo que más me sorprendió fue la innovación de otros sectores que no eran el de la innovación B2C; la que tú como usuario experimentas en el día a día, sino ver que la innovación iba más allá del B2C y, sobre todo, otra cosa que me sorprendió fue descubrir cómo de transversal era la innovación, qué impacto tenía el neuromarketing en cada una de las disciplinas y cómo descubríamos nuevos sectores en los que aplicarla.
Sobre todo, el impacto de la innovación en otros sectores que no eran el que yo estudiaba y el que yo conocía en la universidad.
ambién descubrir cómo de importante era democratizar esta innovación; el tener que procesarla para que esta innovación sea ejecutable en las empresas.
Antes de Akademia veía la innovación como algo lejano y que estaba lejos de mis manos poder accionarla. En el programa aprendí que existían procesos para poder llevarla a cabo.
Por último, que la innovación no son sólo tecnologías, sino soluciones globales con procesos y acciones que permiten accionarla.
¿Qué es lo que más te gustó del programa Akademia y por qué?
Lo que más me gustó fue trabajar y conocer a compañeros que no eran de mi especialidad, que eran de otras carreras, pero que teníamos una inquietud similar por conocer qué estaba sucediendo y hacia dónde iba a ir nuestro mundo, nuestra sociedad.
En Akademia fuiste la ganadora de tu universidad y participaste en la final del proyecto. ¿Recuerdas qué contestaste entonces cuando te preguntaron que por qué solicitaste formar parte del programa?
Si, lo recuerdo bien: quería entrar en el programa porque la tecnología avanzaba muchísimo más rápido de lo que los humanos éramos capaces de entender y adaptarnos a ella o al impacto que tenía en la sociedad. Y que por ello era muy importante rodearnos de personas que supieran más que nosotros, para poder agilizar ese proceso de adaptación y de asimilar cada uno de los conceptos que están impactando o van a impactar en nosotros. Sigo suscribiendo cada una de estas palabras y sería uno de los motivos por el cual volvería a aplicar a un programa así de bueno.
En aquel entonces descubrí tecnologías que eran muy disruptivas que a día de hoy lo siguen siendo y necesitan de investigación y acompañamiento para hacerlas accionables y de valor.
Estás en Cuatrecasas liderando los programas relacionados con startups, ¿en qué consisten y a qué tipo de startups estáis ayudando?
Sí, estoy liderando los proyectos de open innovation y corporate venturing. Entre ellos, el programa de aceleración de startups. En el programa de aceleración, nos enfocamos en proyectos Legaltech, que ofrezcan soluciones innovadoras para el sector legal con el uso de tecnologías disruptivas y también en startups tecnológicas que tengan retos jurídicos derivados de la propia tecnología, modelo de negocio o que operen en sectores regulados.
Empezó siendo un programa sólo para startups Legaltech, pero a día de hoy ya es un programa de aceleración de proyectos tecnológicos de otros sectores. El programa de aceleración nace con el objetivo de descubrir, testear eincorporar tecnología Legaltech al despacho. Pero después, nos damos cuenta que hay una segunda derivada: Los socios del despacho que trabajaban con estos proyectos tan disruptivos, aprendían muchísimo sobre tecnologías que no estaban disrumpiendo nuestro sector, sino que estaban rompiendo el sector de nuestros clientes y que tenían retos jurídicos derivados de la tecnología, de los modelos de negocio o de la propia regulación, porque operaban en sectores regulados y necesitaban de un asesoramiento legal para interpretar los nuevos marcos jurídicos que surgían y poder desarrollar su actividad en la plena legalidad. Así que ahora trabajamos con proyectos que no son solo del sector legal, sino que son de los sector asegurador, financiero, logístico, salud o robótica entre otros. En definitiva, con cualquier tecnología que por su carácter disruptivo puede encontrarse con temas legales o regulatorios que dificulten el desarrollo de su actividad. . Conocemos grandes startups que, con modelos de negocio innovadores, están inmersos en juicios porque deben reinterpretarse nuevos conceptos no regulados en nuestro ordenamiento jurídico. Con esta tipología de startups, les ayudamos a ver cuál es el encaje que podría tener en la regulación existente.
En algunas ocasiones también colaboramos con programas de innovación de nuestros clientes para evaluar e interpretar los marcos jurídicos en los que operan las startups con las que trabajan.
Podríamos decir que el programa Akademia actúa de una forma similar a nuestro programa de aceleración, es un catalizador y agilizador de nuevos conceptos y tecnologías: nuestro programa de aceleración agiliza que los abogados aprendan rápido sobre nuevos retos jurídicos de cualquier sector. Igual que en su día Akademia me acercó todos estos retos y toda esta innovación a mí.
¿Cuántas startups han pasado por vuestro programa de aceleración y cuáles destacarías?
Cuatrecasas Acelera fue la primera aceleradora de startups en Europa impulsada por un despacho de abogados. Hemos cerrado actualmente la 7.ª edición y han pasado por el programa más de 40 startups.
Destacaría las que son del sector legal, porque experimentamos el impacto directo que tienen ya que muchas de ellas las aceleramos y después las pilotan en el despacho a través de otros programa – el programa Fast Track- enfocado a scaleups legaltech.
Porque otra de las cosas que descubrí y por las cuales trabajo en Cuatrecasas, fue saber que aquí había un departamento con muchísimos ingenieros desarrollando tecnología, no solo impulsando la transformación digital del despacho, al servicio de la mejora de los procesos internos o de los propios abogados, sino desarrollando tecnología y por lo tanto tenían un conocimiento y una inquietud brutal por seguir haciendo que Cuatrecasas lidere el sector. Llevamos 100 años y como dice Francesc Muñoz, nuestro CIO, queremos estar 100 años más.
Entonces, a través de este otro programa, llamado Fast Track, desarrollamos pilotos, testeamos soluciones legaltech o co-creamos proyectos con startups internacionales.
Así, el programa de aceleración es para España y los países donde ejercemos el derecho local y el programa Fast Track tiene una visión más internacional y trabajamos con startups internacionales. En este segundo programa, hemos trabajado y hemos pilotado startups que son interesantes en el sector legal, porque de alguna forma nos ayudan a que a que evolucione y se transforme el sector. Una de ellas es Bigle Legal, que es una de las startups que pasó por la primera edición del programa de aceleración y después la pilotamos. Seguimos trabajando con ellos y se dedican al contract lifecycle managment, que incluye, entre otras, la automatización de contratos a través de inteligencia artificial. Otra que es también muy interesante es Parallel, donde el CEO y fundador fue abogado de Cuatrecasas. Trabajando en el despacho descubrió una oportunidad y dejó el despacho para empezar a desarrollar la solución. La aceleramos en el programa de aceleración y después participó también en el programa Fast Track y hoy en día es utilizada por muchos usuarios para automatización de procesos.
El tercer caso es el más disruptivo: como despacho de abogados nuestro principal activo son nuestros profesionales y el conocimiento que tienen: los datos y los documentos que tenemos en el despacho. Si podemos estructurar toda la información y todos los datos que tenemos, podemos automatizar y sistematizar muchos procesos, aportando muchísimo valor al abogado, a la vez que mejoramos la eficiencia del día a día del abogado. Pero nos dimos cuenta que muchos de los datos de los que disponíamos eran no estructurados; eran vídeos. Así, estamos desarrollando conjuntamente con una startup especialista en inteligencia artificial, Omnios, una solución para el sector legal que permitirá estructurar todo el material audiovisual a través de la automatización, facilitando nuevas fuentes de datos al abogado litigador en su preparación en acciones judiciales.
El proyecto sigue en fase piloto, perfeccionando la solución, porque como abogados necesitamos dar una respuesta lo más precisa posible. Tenemos el deber de dar siempre la mejor solución y la mejor respuesta.
Por otro lado, toleramos el error humano, pero no toleramos igual de bien el error tecnológico, aunque sabemos que el error tecnológico es mucho menor en muchas ocasiones que el error humano. Es un largo camino de gestión del cambio y uno de los principales retos en el sector de la abogacía, porque muchas veces existe la tecnología para solucionar un problema, pero somos nosotros, las personas, las que vamos más lentas y ponemos barreras al desarrollo de estas soluciones.
Una de las tecnologías que más impacta en el mundo del Derecho es Blockchain y, más en concreto, los smart contracts, ¿cómo ves el futuro de Blockchain y los smart contracts?
Hemos estamos trabajando en muchísimos proyectos blockchain como asesores, precisamente por lo que comentaba antes, por los retos jurídicos que plantea esta tecnología. Somos conocedores del gran potencial que tiene blockchain en el sector legal y hemos hecho algunos pilotos dentro del despacho con esta tecnología y con smart contracts también.
Y sí, va a ser una tecnología que va a incorporarse y que ya está incorporada en muchos ordenamientos jurídicos y se va a seguir desarrollando. Al final, como con cualquier otra tecnología, primero está la necesidad de querer entenderla para poder después incorporarla. Estoy convencida que al final vamos a hacer todos uso de esta tecnología sin saber que la estamos usando.
En este tipo de proyectos, la combinación de ingenieros y abogados es el tándem perfecto, pues se multiplica la credibilidad.
¿Cuáles son las implicaciones legales de la inteligencia artificial (IA), en concreto de la IA generativa, en nuestro ordenamiento jurídico?
Aquí los expertos son los profesionales de nuestro Departamento de Nuevas Tecnologías y de Propiedad Intelectual, que han redactado muchos artículos sobre las implicaciones de la generación de imágenes a través de inteligencia artificial. Os remito al Blog de Propiedad Intelectual y Tecnologías del despacho y, a modo de ejemplo, un artículo de reciente aparición: Inteligencia artificial generativa: ¿inspiración o plagio?
Si se entrenase un modelo de lenguaje específico para el ámbito legal, con el ordenamiento jurídico completo, ¿crees que se podría ofrecer un servicio de asesoramiento automático de primer nivel, dejando a los profesionales más tiempo para los asuntos jurídicos más complejos?
Creo que existirán soluciones verticales para la abogacía o para el mundo jurídico en general. También creo que es muy interesante que las inteligencias artificiales generativas hayan llegado a la sociedad. Porque estas tecnologías llevan muchos años existiendo, pero quedan asuntos que resolver, como evitar los sesgos de todo tipo y asegurarse de la fidelidad y fiabilidad de las respuestas. Al final son soluciones que necesitan respuestas a nivel ético, moral incluso y, que nosotros como abogados, también tenemos el deber de resolver y dar respuesta. Que haya roto barreras y esté ahora en la sociedad, pone de relieve y acelera el trabajo que llevamos desarrollando desde hace años.
Respecto a las implicaciones laborales de la IA, parece claro que desaparecerán algunas posiciones y aparecerán nuevas, pero nunca van a sustituir a un abogado ni a un juez. Lo que se necesitarán son perfiles de abogados y jueces que sepan utilizar e interpretar esta estas nuevas tecnologías, como es la inteligencia artificial.
¿En qué tipo de startups que no sean Legaltech se presentan los retos jurídicos más complicados y cómo se está innovando en esos campos?
Al final, cualquier startup cuyas soluciones estén basadas en tecnologías disruptivas (en sectores como Insurtech, Fintech, Proptech, Healthtech, etc.), se enfrentan a complejidades jurídicas que necesitan de especialistas.
Respondiendo a vuestra pregunta, por tecnologías, las que se enfrentan a retos jurídicos complejos serían la IA, blockchain, los NFTs, el metaverso. Y por sectores, aunque pueden ser todos, os diría los sectores que están regulados en España. . Al final, hemos tenido proyectos de todos estos campos por los retos jurídicos derivados de su tecnología, de su modelo de negocio o por la propia reulación.
Para acabar, Alba, ¿qué consejo le darías a una persona que quiere emprender?
Para acelerar 45 startups, hemos evaluado más de 2.00 proyectos y he hablado con muchísimos emprendedores. El consejo que yo le daría a un emprendedor es: Empieza lo antes posible. No te lo pienses mucho y pivota rápido, porque la tecnología y la sociedad avanzan tan rápido que, si no te pones en marcha, no acabas validando tu idea.
Por otro lado, que te rodees de un buen equipo y que te acompañe un buen asesor legal. Porque los emprendedores que no operan en el sector legal se focalizan en desarrollar la tecnología y la solución y, de alguna forma, no tienen en cuenta que tener una buena estrategia legal o por ejemplo, fiscal, es importante y va a atraer más fácilmente a los inversores. A nivel societario, es muy importante ver cómo se estructura el capital social (cap table). Hemos visto a muchísimas startups morir por haber firmado algunos contratos que no eran beneficiosos para ellos, simplemente por desconocimiento del sector legal. En definitiva, el asesoramiento legal es muy importante a nivel fiscal, a nivel laboral, a nivel societario y aún más, a nivel de propiedad intelectual, porque, aunque no todo es patentable, se puede diseñar y seguir una buena estrategia de propiedad intelectual para proteger sus activos.
¡Muchas gracias Alba! ¡Y muchos éxitos!
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