Emprendimiento
Design Sprint: la fórmula de Google para problemas críticos
La metodología Design Sprint permite a las startups aprender rápido y equivocarse barato.
¿Cuánto tiempo necesita una startup para comprender si su solución es válida? ¿Tres meses? ¿Uno? Google lo tiene claro: bastan cinco días. Si hace unas semanas hablábamos del arma secreta de Google, la metodología de gestión de objetivos OKR, hoy ponemos el foco en otra de las fórmulas del gigante estadounidense que puede cambiar el rumbo de tu empresa: Design Sprint.
Tal y como indica su nombre, Design Sprint, esta metodología propone la resolución de problemas críticos en el proceso de desarrollo de un producto en apenas cinco días, a través de una serie de buenas prácticas de design thinking, estrategia de negocios, innovación y análisis de comportamiento, entre otras. La idea básica del Design Sprint es que, al comprimir los ciclos en una sola semana, el equipo puede tomar un atajo importante: pasando de la «idea» a «lo aprendido» sin tener que construir y lanzar al mercado del producto en cuestión.
¿Cuál es el origen de Design Sprint?
La metodología nació de la mano de Jake Knapp, ex socio de diseño de Google Ventures, quién empezó a ejecutarla en Google en 2010. Dos años después, Knapp llevó el concepto a Google Ventures, donde otra parte del equipo (Braden Kowitz, Michael Margolis, John Zeratsky y Daniel Burka) se encargó de acabar de perfeccionar el proceso hasta lo que hoy conocemos.
Empresas como Nest, Medium, Lego, Uber o Slack han llevado a cabo sus propios Sprint. Pero no son las únicas, desde universidades hasta personas con proyectos personales, en Medium puedes acceder a una página que reúne cientos de case studies relacionados con esta metodología.
Si tuviéramos que resumir el Design Sprint en pocas palabras, podríamos decir que permite a las startups aprender rápido y equivocarse barato. Eso sí, requiere de un gran compromiso por parte de la compañía y el interés absoluto de una gran parte del equipo. John Zeratsky, uno de los autores del libro Sprint: How to solve big problemas and test new ideas in just five days, explica en Medium que los problemas o retos escogidos deben tener una prioridad elevada: bien sea porque la oportunidad es muy buena o, por el contrario, porque la empresa va a contratiempo o está estancada. Al final, el Sprint requerirá que una parte de la empresa bloquee su agenda por completo durante cinco días. Veamos cómo funciona.
Preparando el escenario para la metodología Design Sprint
La metodología Design Sprint contempla tres grandes fases: diseño del producto, creación de prototipos y pruebas con los clientes. El proceso demanda la participación de diferentes perfiles de la startup y la designación de un Sprint Master, que es quién se encargará de dirigir el proceso. ¿Cuántas personas deben formar parte del Sprint? Un equipo de máximo siete personas es lo ideal.
La habitación en la que se desarrollará el Sprint debe contener unas cuántas pizarras en blanco, post-it, folios, snacks saludables para garantizar que el equipo tiene energía, temporizadores, pegatinas, cinta adhesiva y rotuladores. Ordenadores, teléfonos o tablets están prohibidos.
1,2,3… ¡Sprint!
Una vez creado el escenario ideal y reunido el equipo para el Sprint, empieza el proceso de verdad:
- El primer paso a dar el lunes es comprender el reto al que se enfrenta la compañía y definir el público al que se dirigirá con este nuevo producto. Durante el proceso se definirá el objetivo a largo plazo del proyecto y un mapa de los principales agentes involucrados, y se hablará con expertos de dentro y fuera de la organización para entender el contexto del mercado y del público.
- El martes, el equipo tendrá licencia para ser creativo. El objetivo del segundo día del Sprint es identificar distintas soluciones al problema/necesidad tratado el lunes, redefiniendo distintas ideas de forma individual y empezando a definir las pruebas que realizará el viernes con los clientes.
- Al llegar al ecuador del Sprint, la startup se encontrará con varias soluciones sobre la mesa, por lo que ha llegado el momento de la criba. El miércoles, el grupo pasará la mañana debatiendo sobre qué idea es la mejor para lograr el objetivo a largo plazo que había definido. Por la tarde, será el momento de crear un storyboard en el que definirán un paso a paso de las mejores ideas.
- El jueves será el momento de crear distintos prototipos para probar con los públicos definidos el lunes y de preparar las pruebas del viernes (guiones para las entrevistas, cronogramas, etc).
- El último día del Sprint, el viernes, la startup deberá testar los prototipos desarrollados con este público objetivo, lo que le permitirá obtener información sobre la viabilidad del producto, la percepción de los clientes y los posibles campos de mejora.