Educación
Educación hiperpersonalizada (y aprendizaje de por vida)

La tecnologÃa nos ayudará a encontrar y obtener la formación que necesitaremos a lo largo de toda nuestra vida.
En el futuro, más nos valdrá saber hacer buenas preguntas que memorizar sus respuestas. Si algo nos ha enseñado la irrupción de la inteligencia artificial generativa es esto. Nuestro trabajo consistirá más en innovar que en producir y las aulas del futuro deberán prepararnos para ello. La tecnologÃa será su aliada.
Adaptar los modelos educativos
En un entorno de cambio constante, los conocimientos deberán actualizarse permanentemente. Tanto es asÃ, que la habilidad más importante no será que los estudiantes aprendan el contenido en sÃ, sino saber cómo seguir aprendiendo por su cuenta. Asà lo recoge el informe Megatrends 2024 de Fundación Innovación Bankinter.
Aquello de estudiar antes para trabajar y jubilarse después hace tiempo que pasó a mejor vida. En ese mismo proceso se encuentran las clases magistrales, en las que un docente habla durante una hora mientras los estudiantes escuchan.
En las aulas del futuro, no solo los contenidos se adaptarán a cada alumno: además, su camino formativo será único. Tal y como explica Megatrends 2024, en el nuevo paradigma educativo los itinerarios serán cada vez más personalizados, accesibles, descentralizados y de la cuna a la jubilación.
Se trata de preparar al talento para una vida profesional muy dinámica, profundamente marcada por el avance vertiginoso de la tecnologÃa y el conocimiento.
One (doesn’t) fit all
Detengámonos un momento para hablar sobre un ejemplo hipotético. Imaginemos un aula en la que estuvieran sentados Pablo Picasso, J. S. Bach, Albert Einstein y William Shakespeare. Los cuatro se han apuntado a un curso de informática general porque les han dicho que los ordenadores les pueden ayudar en sus respectivos oficios.
¿Tiene algún sentido este ejemplo? Por supuesto que no. No solo es un anacronismo que estos cuatro genios estén sentados en la misma aula y que esta sea de informática. También lo es que todos asistan al mismo curso y accedan a los mismos contenidos.
Aunque formarÃan, sin duda, un gran equipo de aprendizaje grupal, la realidad es que cada uno de ellos deberÃa recibir formación enfocada a su campo de experiencia. Esa formación deberÃa estar, además, adaptada a sus capacidades e incluso a sus intereses y estilo particular de aprendizaje. Lo que sirve para un fÃsico como Einstein no tiene por qué ser adecuado para un artista como Picasso.
Esto es algo que le ocurre a cualquier estudiante y este es el panorama al que se enfrentan muchos docentes. Les faltan horas para ofrecer a sus alumnos una educación tan hiperpersonalizada como necesitan. La inteligencia artificial es una herramienta que les puede ayudar a lograrlo.
IA generativa al alcance de la mano
Las herramientas de inteligencia artificial generativa abren las puertas a los itinerarios y los temarios a medida. Por ejemplo, Chat-GPT es capaz de modificar una lección según las instrucciones que le dé un docente. En solo unos segundos cambiará el formato o la presentación de esa lección para adaptarla a lo que requiere cada alumno en particular.
También permite al alumno detenerse en un punto en concreto para obtener explicaciones adicionales. Puede hacerlo, además, de múltiples maneras, desde la simplificación de conceptos al desarrollo de detalles.
Estos son casos de uso que ya están ahÃ, al alcance de la mano. Y las posibilidades se multiplican si a la inteligencia artificial generativa le sumamos otras técnicas como la gamificación.
Las herramientas de inteligencia artificial generativa permiten implementar este tipo de dinámicas en el material educativo de manera muy sencilla. Con incontables variaciones de contenidos y retos especialmente diseñados para sus habilidades y preferencias, los alumnos podrán progresar en su formación al ritmo que necesitan y con la motivación adecuada.
Formación al milÃmetro
Como hemos visto, las aulas del futuro acogerán a todo tipo de estudiantes y lo harán en cualquier momento de su vida. Esto supone que, en la educación que viene, el alumno tomará un papel mucho más activo a la hora de definir su itinerario formativo. Deberá buscar lo que necesita en cada momento y saber dónde encontrarlo.
Para hacerlo con éxito, deberán tener acceso al contenido que necesitan. La tecnologÃa, de nuevo, será imprescindible para que esto sea posible.
La necesidad de acceder a formación en habilidades de alta demanda requerirá el diseño de cursos y materiales ad-hoc prácticamente en tiempo real. La integración de inteligencia artificial y aprendizaje automático para generar contenidos educativos con tecnologÃas de realidad virtual que permitan experiencias más inmersivas estarán a la orden del dÃa.
El learning by doing será accesible a cualquier alumno y en cualquier momento gracias a los metaversos educativos. En ellos, los profesores podrán orientar y corregir a los alumnos como si compartieran la misma aula fÃsica. Este es un factor especialmente importante en el caso de la formación continua de profesionales.
Ya existen plataformas que permiten a educadores y estudiantes crear sus propias experiencias de realidad virtual o plantillas sobre las que los profesores pueden plantear sus clases en el metaverso. Es decir: la tecnologÃa ya está disponible. Solo falta que la aprovechemos para construir nuestra educación de por vida.