Formacion
Las carreras que darán forma a la tecnologÃa del futuro no serán solo tecnológicasÂ

La innovación no deriva solo de la tecnologÃa: organizar la formación de forma que se agrupen varias disciplinas es una fórmula ideal para que surjan ideas.
La tecnologÃa del futuro es el resultado de disciplinas que agrupan numerosos campos y carreras. Las carreras de innovación tecnológica ya no son las clásicas ingenierÃas, que fueron durante varios siglos el motor del progreso tecnológico. Ahora las STEM incluyen la A de arte en su STEAM.
A medida que se suman nuevas disciplinas a la ecuación, el propio concepto de ‘innovación’ o ‘progreso’ se redefine. Es por ello que carreras que agrupan varios campos diferentes son capaces de innovar más y mejor. Solo una comprensión holÃstica y abierta de la realidad dará con ideas que transformen nuestra realidad a mejor. Solo hablando entre profesiones es posible innovar.
Carreras de innovación tecnológica
Eclipsados por un siglo pasado caracterizado por un desarrollo industrial y un grado de innovación nunca visto fruto de la implantación tecnológica, con frecuencia tendemos a intercambiar innovación con tecnologÃa, cuando lo cierto es que es posible innovar sin ella, o diseñar tecnologÃa sin innovación. Aunque suelen darse la mano con frecuencia, y tienden a presentarse uno junto al otro.
Hay un mÃnimo de diez tipos de innovación, y aunque las más poderosas son aquellas que tienen que ver con el replanteamiento de la estructura de un proceso o las relaciones con su entorno, a menudo se pone el foco en los productos tecnológicos. Es comprensible porque estos son vectores de futura innovación. Pensemos en la innovación derivada de la electricidad o de internet. O de ambos a la vez.
Adiós a las carreras estancas y aisladas
En el pasado, innovar era relativamente sencillo por muchos motivos, uno de los más importantes es que hacÃa falta poco para mejorar las condiciones de vida. El ingeniero innovaba en ingenierÃa, el profesor en educación, el médico en medicina. Sin embargo, cada innovación suma complejidad a la ley de rendimientos decrecientes: hacer algo nuevo y valioso es cada vez más difÃcil.
Durante unos siglos, el ritmo natural de crecimiento de la población hizo posible, agregando más mentes a la ecuación, el innovar de forma continua. Tras aquello vinieron los equipos de trabajo multidisciplinares, que lograron mantener el nivel de innovación constante gracias a intercambiar conceptos. En la actualidad hace falta algo más: una formación que agrupe varias disciplinas desde la base.
Un ejemplo de esto es el grado de ingenierÃa biomédica, disciplina que recoge debajo de un único paraguas la sÃntesis del conocimiento de la ingenierÃa y el de la medicina. Obviamente no en su totalidad, sino la superficie de solapamiento de ambas.

Y lo mismo ocurre con el grado de ciencia de datos, una carrera de cuyos egresados se dice que saben más de estadÃstica que cualquier programador y que a la vez sabe más de programación que cualquier estadÃstico. Es en este ambiente de suma desde el que pueden nacer nuevas innovaciones.
Las carreras y formaciones profesionales son cada vez menos puristas con respecto al corpus de conocimientos y habilidades que debe aprender el alumno. De hecho, ocurre desde hace tiempo que se fomentan no solo estudios mixtos, sino un mix de estudios. Es muy frecuente que se aliente a los alumnos de ‘ciencias’ a matricularse en asignaturas de ‘humanidades’, y viceversa.
Esto es muy frecuente en ramas relativamente nuevas del conocimiento. En estudios sobre inteligencia artificial es clave entender el desarrollo histórico o impacto social de esta tecnologÃa. Y lo mismo ocurre con innovaciones tecnológicas relacionadas con la generación de energÃa eléctrica, en la que las disciplinas ambientales juegan un papel crucial.
Disciplinas eclécticas y profesionales diletantes
Cuando el objetivo es innovar por una mejor calidad de vida, se necesitan disciplinas eclécticas y profesionales diletantes:
Las disciplinas eclécticas son aquellas que involucran y afectan a sistemas diversos. El urbanismo, por ejemplo, toca ramas de arquitectura, equidad social, sostenibilidad económica o estabilidad presupuestaria, entre varias decenas más. El trabajo social es otro ejemplo alrededor del cual orbitan la psicologÃa, la integración social, la complejidad profesional o derecho.
Los profesionales diletantes son aquellos que cultivan más de un campo del saber. Personas inquietas que, por un lado, se ven incapaces de quedarse estáticas en una única materia y, por otro, son capaces de encontrar conexiones y puntos de contacto entre diferentes campos. El biólogo que busca biomarcadores en exoplanetas usando la óptica de un telescopio es un ejemplo.
En estas tres últimas profesiones de ejemplo buena parte de la innovación deriva de una mejor metodologÃa, aunque también ayuda la innovación tecnológica. No cabe duda de que la tecnologÃa facilita la innovación en todas las disciplinas. Después de todo, la tecnologÃa es un habilitador.
La mayorÃa de las carreras ya combinan entre sus asignaturas materias de ‘otras’ disciplinas. La medicina requiere de elementos de ingenierÃa, que a su vez diseña para la minimización del daño que le marca la medicina. Ambas dependen de unas fÃsica y quÃmica que se retroalimentan y usan una matemática que hoy pasa sà o sà por la computación, disciplina que requiere de una ética cuya filosofÃa se hace cada vez más necesaria.