FutureTalks
La inteligencia artificial forma ya parte de tu vida: ¿eres consciente?

En este #FutureTalks, Nuria Oliver, reconocida experta internacional en inteligencia artificial, nos desgrana los retos y oportunidades para conseguir que los desarrollos de IA tengan impacto social positivo.
Fundación Innovación Bankinter continúa sus #FutureTalks, una iniciativa que pretende acercar a la sociedad española las tendencias más disruptivas de hoy y que marcarán el futuro. Para ello, #FutureTalks cuenta con los expertos mundiales más destacados. Arrancamos el año 2022 con un tema de enorme actualidad: la Inteligencia Artificial y su futuro, de la mano de Nuria Oliver.
Estamos rodeados de inteligencia artificial, quizás sin saberlo: desde cómo interaccionamos con nuestro móvil hasta la investigación de nuevas vacunas, pasando por las previsiones meteorológicas o qué series de televisión vemos, los algoritmos de IA toman decisiones que afectan a nuestras vidas.
¿Qué se entiende por IA? ¿En qué punto estamos de desarrollo de la inteligencia artificial? ¿Cuáles son las tendencias más prometedoras y en qué campos? ¿Cómo asegurar que tengan un impacto social positivo?
Presentado por nuestro director, Juan Moreno, Nuria nos habla del estado del arte de la inteligencia artificial y hacia dónde va. Las aplicaciones actuales y el potencial que tiene para resolver problemas de enorme complejidad.
A continuación, resumimos algunas de las reflexiones e ideas que ha compartido Nuria con nosotros:
La inteligencia artificial forma ya parte de nuestras vidas
Los teléfonos móviles, que son la puerta a multitud de servicios y aplicaciones y sin los cuales nos resulta complicado vivir, tienen IA. Desde ahí, a la proliferación de dispositivos IoT (Internet de las cosas) con IA embebida, incluyendo los wearables, la creciente robotización de las industrias, y los servicios en línea cada vez más sofisticados gracias a la IA (se trate de una aplicación social, de un canal de streaming de vídeo o música, o de una aplicación de selección de personal).
Y, ¿por qué se ha producido este fenómeno ahora?
Nuria nos aporta 4 claves:
1.- Datos: La ingente cantidad de datos no estructurados (Big Data) generados por el tipo de aplicaciones y dispositivos antes mencionados, hace que sin un software de IA, sea imposible manejarlos, interpretarlos y analizarlos.
2.- Coste de cómputo: La inteligencia artificial consume muchos recursos computacionales y se ha producido no sólo una reducción exponencial de los costes de los microchips, sino que ya se diseñan chips específicos para IA (como las TPUs de Google).
3. Modelos de aprendizaje mucho más sofisticados: La aparición de las redes neuronales profundas, que admiten cientos de millones de parámetros.
4.- Democratización en el acceso a los recursos: A través de librerías y de entornos de programación en Cloud Computing, cualquiera que se lo proponga, puede crear programas de IA.
Pero, ¿qué se entiende por inteligencia artificial?
Es una disciplina, que existe desde los años 1950s, dentro de la ingeniería informática, que tiene como objetivo desarrollar sistemas computacionales que sean inteligentes -tomando como referencia la inteligencia humana-.
Dentro de esta definición, hay muchos campos distintos, que intentan emular distintas habilidades de la inteligencia humana. Por ejemplo, la percepción computacional -reconocimiento de imágenes y sonidos, por ejemplo-, emula la percepción humana de la realidad.
A su vez, nos encontramos con 3 niveles de complejidad:
1.- Inteligencia artificial específica (o IA débil). Que es la que existe hoy en día y que es capaz de hacer muy bien una tarea o conjunto de tareas previamente acotadas.
2.- Inteligencia artificial general (o IA fuerte). Con todas las habilidades y capacidades que tienen los humanos. Nuria cree que estamos muy lejos de conseguirlo, si es que se consigue.
3.- Superinteligencia (o IAG). Sería una capacidad computacional general que superase a la inteligencia humana. Sería parte de lo que algunos autores denominan singularidad tecnológica.
A la hora de abordar soluciones de IA, existen dos escuelas:
a.- La simbólico lógica (o top-down), cuyo ejemplo más paradigmático son los sistemas expertos y que incluye por ejemplo la teoría de juegos.
b.- La escuela conexionista (o bottom-up), a la que Nuria pertenece, que aboga por el aprendizaje basado en la experiencia y cuyo ejemplo canónico son las redes neuronales, que es donde se encuadra el machine learning y dentro de éste, el deep learning.
Otra clave del uso masivo de la IA actualmente es que, en realidad, nos dice Nuria, cualquier sistema comercial actual de inteligencia artificial hace uso de las dos escuelas en simultáneo. Y, en todo caso, es gracias al deep learning que se han producido los enormes avances en reconocimiento de imágenes y vídeos, en reconocimiento del habla, en traducción automática o conducción autónoma.
Para Nuria, la inteligencia artificial es a la cuarta revolución industrial lo que la electricidad fue para la segunda.
¿En qué punto de desarrollo está hoy la IA?
Desde que en 1997, DeepBlu ganase al ajedrez al campeón Kasparov, se ha logrado que un sistema de machine learning sea el mejor jugador del mundo (AlphaZero) y muy recientemente, que sea capaz de predecir los modelos en 3 dimensiones de la estructura de las proteínas (AlphaFold).
A nivel más mundano y que nos afecta como individuos, los actuales algoritmos de IA deciden desde qué amigos tenemos hasta qué información encontramos en Internet o qué recomendaciones se nos hace para ir a un restaurante.
Y también, la IA está presente en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, en la resolución de sentencias judiciales, en la concesión de créditos o en procesos de selección de personal.
Por este motivo, para Nuria, la IA ha dejado de ser una disciplina estrictamente tecnológica para convertirse también en social y política.
Regulando y dirigiendo la IA
Cuando entramos en terrenos como los anteriores (salud, justicia, igualdad), es absolutamente imprescindible regular la tecnología y diseñar estrategias donde la inteligencia artificial pueda aportar más, en las dimensiones ética, social, económica, laboral y ambiental. Muchos países y regiones tienen proyectos y propuestas para regular la IA, entre ellos la Unión Europea y España.
En este sentido, Nuria destaca el movimiento para el uso de los datos y la inteligencia artificial para el bien social, del que forma parte. Este movimiento está intrínsecamente ligado a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, donde la IA puede jugar un papel muy relevante para:
1.- Medir mejor cómo se consiguen los distintos objetivos.
2. Tomar mejores decisiones.
3. Evaluar los resultados de las políticas públicas.
Asegurando que la IA tenga un impacto social positivo. Un ejemplo que nos pone Nuria es el de la creación de modelos predictivos para el seguimiento del COVID-19. Y otro ejemplo es el de la Fundación que ella lidera, ELLIS Alicante, que tiene como objetivo abordar desafíos fundamentales en IA, priorizando la excelencia científica y el impacto social positivo de la IA. Su nombre lo describe muy bien: “El Instituto de Inteligencia Artificial centrada en la Humanidad”.
Elementos clave a desarrollar que marcarán el futuro de la IA
Dado que la IA está presente en cada vez más ámbitos de nuestra vida, Nuria nos explica cómo deberían realizarse los desarrollos de inteligencia artificial de manera que cumplan un mínimo de requisitos éticos. Se trata de desarrollar aplicaciones que eviten:
- La violación de la privacidad.
- La discriminación y los sesgos algorítmicos.
- La opacidad -falta de transparencia algorítmica-.
- La manipulación subliminal del comportamiento humano.
- La falta de veracidad, con la creación de contenido sintético inventado, que da lugar a la desinformación.
- Excesiva huella de carbono, dado el gran consumo de energía de estas soluciones.
- Falta de diversidad y exceso de estereotipos.
- Asimetría de la capacidad de innovación y desarrollo de la IA, por oligopolio.
- Software hackeable. Donde se incluye la IA adversarial, que es inteligencia artificial que trata de “engañar” a otra inteligencia artificial, haciendo que no funcione adecuadamente.
Todas estas áreas las están abordando distintos grupos de investigación y expertos y se podrán resolver con recomendaciones y regulación.
La inteligencia artificial será una pieza clave para resolver los grandes problemas que afectan a la humanidad:
La humanidad se enfrenta a grandes retos y la IA puede formar parte de las soluciones con su capacidad de analizar millones de datos y de crear modelos predictivos. Se está aplicando con cada vez más éxito en las soluciones a los siguientes grandes problemas:
- Envejecimiento de la población y nuevos retos de salud y bienestar.
- Recursos naturales limitados.
- Desigualdades sociales crecientes.
- Emergencia climática y desastres naturales.
- Pandemias globales futuras.
- Crisis humanitarias causadas por conflictos armados.
Entonces, ¿cómo hacer que la IA sea beneficiosa para la humanidad?
Nuria lo tiene muy claro: es una cuestión de información y de formación. En contra del determinismo tecnológico, Nuria apuesta por una sociedad informada y formada que sea capaz de decidir hacia dónde debe enfocarse la IA. Sólo así, responderemos positivamente a la cita de Stephen Hawking: «La inteligencia artificial será lo mejor o lo peor que le pase a la humanidad«.
Y, ¿dónde formarse en IA?
Además de la formación reglada en diversas facultades en los grados de ingeniería informática, Nuria nos dice que existen multitud de recursos en línea de mucha calidad y gratuitos, que cubren desde el nivel principiante hasta cursos de mayor profundidad impartidos por reconocidos expertos internacionales, como los que imparte el MIT.
Atisbando el futuro
La siguiente gran revolución de la IA podría venir de la mano del quantum computing que tratamos en un anterior #Future Talks con Darío Gil, con la denominada IA cuántica.
A continuación, puedes acceder al #FutureTalks con Nuria Oliver: