Robótica

Sensores que ven, sienten y escuchan: la IA física rompe barreras  

Sensores que ven, sienten y escuchan: la IA física rompe barreras  

La combinación de datos visuales, táctiles y acústicos está revolucionando la capacidad de percepción de los sistemas de inteligencia artificial.

En la frontera entre lo tangible y lo digital, la inteligencia artificial física está tejiendo un nuevo paradigma donde las máquinas no solo procesan información, sino que la sienten, la interpretan y la convierten en acción. Esta forma de IA, también conocida como Embodied AI, está marcando un punto de inflexión en la forma en que las máquinas interactúan con el mundo real: a diferencia de los sistemas puramente digitales, esta tecnología combina aprendizaje avanzado con sensores visuales, táctiles y acústicos que le permiten interpretar su entorno con una precisión sin precedentes. 

Durante el último Future Trends Forum de la Fundación Bankinter, expertos internacionales exploraron el impacto de estas innovaciones en áreas como la robótica avanzada, la movilidad autónoma, la salud y las finanzas, dejando claro que la IA física está redefiniendo la relación entre humanos y tecnología. Con avances en hardware especializado y modelos generativos más sofisticados, la inversión en este campo ha alcanzado niveles récord, consolidando a Estados Unidos y China como los principales protagonistas de la carrera que marcará la competitividad económica y tecnológica en la próxima década.

Uno de los grandes avances de la IA física es su capacidad para percibir el contexto y adaptarse de manera autónoma: equipados con sensores multimodales, estos sistemas pueden ver, escuchar y hasta sentir el entorno, permitiendo interacciones más intuitivas y fluidas. Para el neurocientífico Antonio Damasio, este tipo de inteligencia, aunque todavía lejos de la humana, representa un primer paso hacia una IA más integrada con las emociones y la percepción. En su opinión, de hecho, la conciencia humana surge de la interacción entre sentimientos y procesos reflexivos y, aunque los sistemas actuales no tienen esta capacidad, integrar emociones en la IA física puede mejorar la comunicación con los humanos y su aceptación en la sociedad.   

Robótica, movilidad y finanzas

Sin duda, uno de los ámbitos más transformados por la IA física es la robótica. Los llamados robots colaborativos están revolucionando los sectores industriales y logísticos, al ser capaces de trabajar codo a codo con las personas de manera segura y eficiente, permitiendo optimizar procesos en entornos dinámicos, donde la flexibilidad y la interacción con trabajadores humanos son esenciales. Pero la evolución no se detiene ahí. Empresas como Boston Dynamics y Tesla están apostando por robots humanoides con capacidades de percepción avanzada, aunque su implantación masiva aún enfrenta desafíos técnicos y sociales. 

Dicho esto, la integración de sensores avanzados en líneas de ensamblaje ya permite inspecciones en tiempo real, reduciendo costos operativos y mejorando la eficiencia en sectores como el automotriz. En concreto, la combinación de visión artificial con sensores táctiles y acústicos aplicada en robots móviles colocados en las líneas de ensamblaje ha permitido detectar defectos y corregirlos al instante, minimizando pérdidas y mejorando la calidad del producto final. 

En el sector del transporte, la IA física está redefiniendo la movilidad autónoma al integrar sensores avanzados que mejoran la percepción y toma de decisiones de los vehículos. Empresas como Wayve han desarrollado sistemas que combinan visión, lenguaje y acción, para que los vehículos puedan operen en entornos variables sin necesidad de reentrenamiento intensivo. Modelos algorítmicos como Gaia, Prism y Lingo están optimizando la capacidad de predicción y explicabilidad de estos sistemas, un factor clave para generar confianza en los usuarios y facilitar la regulación.

La inteligencia artificial física está revolucionando también el sector financiero mediante la optimización de la gestión de riesgos, la toma de decisiones y la personalización de servicios. Según Sergio Gago (Moody’s), un “enjambre de agentes” de IA trabaja como analistas virtuales para ofrecer recomendaciones basadas en datos históricos y simulaciones avanzadas. Sus aplicaciones incluyen el análisis de riesgos crediticios y la optimización de carteras de inversión.

Salud y bienestar: la IA que cuida personas  

Quizás el ámbito de aplicación más prometedor de la inteligencia artificial física es el sector sanitario, donde los robots asistenciales están mejorando la calidad de vida de muchas personas. Un ejemplo de ello es EllieQ, un robot desarrollado por Intuition Robotics que acompaña a personas mayores, interactuando con ellas y ayudándolas a mantener rutinas saludables. Estudios de la Universidad de Cornell indican que estos dispositivos han logrado mejorar en un 90 % los indicadores de bienestar emocional de sus usuarios.  

En la misma línea, Carme Torras, profesora de Investigación en el Instituto de Robótica e Informática Industrial de Barcelona, está diseñando sistemas que facilitan la alimentación asistida y la estimulación cognitiva en pacientes con Alzheimer, demostrando que la IA física puede tener un impacto positivo directo en la salud y la autonomía de las personas. Por otro lado, los sensores cuánticos están permitiendo diagnósticos más precisos al detectar irregularidades magnéticas en tejidos humanos. Estos dispositivos portátiles están revolucionando también la detección temprana de enfermedades con un coste significativamente menor que los equipos tradicionales.

Desde un punto de vista técnico, el desarrollo de Modelos Cuantitativos a Gran Escala (LQMs) está llevando la IA física a un nivel aún más sofisticado, combinando física y biología para resolver problemas de alta complejidad. En el sector farmacéutico, por ejemplo, las simulaciones moleculares llevadas a cabo por SandboxAQ han reducido en más de 1.300 millones de dólares los costos de investigación en tratamientos para el Alzheimer, acelerando el desarrollo de nuevos fármacos. 

Finalmente, otro campo emergente de aplicación es la navegación sin GPS, donde sensores magnéticos avanzados están permitiendo operaciones en condiciones extremas. Esto tiene aplicaciones potencialmente disruptivas en aviación y defensa, donde la precisión y la seguridad son esenciales. 

Los desafíos de la IA física: límites tecnológicos y dilemas éticos 

A pesar de sus asombrosos avances, la IA física todavía enfrenta obstáculos importantes. Según Ramón López de Mántaras, del CSIC, los sistemas actuales carecen de modelos profundos del mundo, lo que limita su capacidad de razonamiento contextual y de toma de decisiones en situaciones impredecibles. Además, la falta de simuladores realistas sigue siendo una barrera técnica para el entrenamiento de robots en entornos complejos.  

En el plano ético, la investigadora Ginevra Castellano, de la Universidad de Uppsala, advierte que la confianza y la transparencia serán factores clave para la aceptación de la IA física. En proyectos como SimAware, que utiliza diseño participativo para entender las expectativas de los usuarios en vehículos autónomos y robots aplicados a educación y salud, se evidencia cómo la percepción pública afecta la adopción de estas tecnologías. Así, la regulación deberá equilibrar el fomento de la innovación con la garantía de seguridad y privacidad.  

A pesar de otros desafíos técnicos como la escalabilidad del hardware, el potencial transformador de la IA física ya es significativo en sectores clave, además de abrir puertas a soluciones inéditas, con nuevos mercados aún por identificar. Esta tecnología está transformando la manera en que las máquinas interactúan con el mundo, desde la robótica hasta la salud. Sin embargo, su integración definitiva dependerá de superar barreras regulatorias y mejorar la precisión de los sensores multimodales. Con avances constantes y un potencial disruptivo en múltiples sectores, la IA física está marcando el inicio de una nueva era en la relación entre humanos y máquinas.

Te puede interesar

Materiales del futuro: diseñados por algoritmos, pensados para la sostenibilidad 

Materiales del futuro: diseñados por algoritmos, pensados para la sostenibilidad[...]

La innovación en materiales ya no se basa únicamente en la extracción de recursos naturales: ahora se diseñan a medi[…]

Leer más
De  ITER a  IFMIF‑DONES: los grandes proyectos que cambiarán la industria europea 

De  ITER a  IFMIF‑DONES: los grandes proyectos que cambiarán la industria e[...]

Descubrimos las infraestructuras científicas de vanguardia que posicionan a Europa en la carrera por la energía del fu[…]

Leer más
Robots que entienden: el desafío de la interacción humano-máquina 

Robots que entienden: el desafío de la interacción humano-máquina 

Descubrimos la evolución de los modelos de lenguaje e IA física aplicada a la robótica cognitiva y sus implicaciones […]

Leer más

Últimas noticias

Talento emergente: cómo formar liderazgos adaptativos en la era de la incertidumbre

Talento emergente: cómo formar liderazgos adaptativos en la era de la incertidumb[...]

Cómo las nuevas generaciones desarrollan capacidades adaptativas frente a la automatización, la complejidad y la inest[…]

Leer más
Materiales del futuro: diseñados por algoritmos, pensados para la sostenibilidad 

Materiales del futuro: diseñados por algoritmos, pensados para la sostenibilidad[...]

La innovación en materiales ya no se basa únicamente en la extracción de recursos naturales: ahora se diseñan a medi[…]

Leer más
Interfaces inteligentes: el aula del futuro se diseña con IA

Interfaces inteligentes: el aula del futuro se diseña con IA

Cómo la inteligencia artificial y las neurotecnologías están transformando la educación sin perder la centralidad de[…]

Leer más