Evolución de Foodtech
Revolucionando la alimentación: estrategias y soluciones para una nutrición sostenible

De la agricultura regenerativa a la innovación proteica: explorando los avances y desafíos en la cadena alimentaria global
Celebrando la presentación oficial del informe Agricultura inteligente: el desafío de la alimentación sostenible, fruto de la 41ª edición de nuestro think tank Future Trends Forum, hemos organizado el webinar Desafíos y Soluciones de una nutrición sostenible.
Para este webinar, hemos contado con dos figuras clave en el ámbito de la sostenibilidad y la innovación alimentaria: Gabriel Torres, CEO de Pascual Innoventures, y Juan Gabriel Aguiriano, Group Head of Sustainability, Technology Ventures en The Kerry Group, LLC, que participaron en el mencionado Future Trends Forum junto a otros 40 expertos internacionales.
Este webinar se centra en cómo abordar los desafíos actuales y las soluciones innovadoras dentro de la nutrición sostenible y la cadena alimentaria global. Profundiza en temas cruciales como las alternativas de producción de ingredientes y proteínas sostenibles. Explora el desafío de la merma alimentaria y cómo abordarlo eficazmente. Además, discute la importancia de la agricultura regenerativa en el proceso de creación de sistemas alimentarios más resilientes y sostenibles. En resumen, analizamos cómo la sostenibilidad es el eje central de la producción y el consumo de alimentos.
Si quieres ver el webinar, aquí puedes hacerlo:
Desafíos y Soluciones de una nutrición sostenible
A continuación, resumimos las ideas tratadas en el webinar:
“Agricultura inteligente: el desafío de la alimentación sostenible”, a vuelapluma
Antes de las ponencias de los expertos, Rut Bosque, directiva del Future Trends Forum, resume las conclusiones del informe presentado:
El Future Trends Forum sobre «Agricultura inteligente: el desafío de la alimentación sostenible» trató temas cruciales sobre cómo afrontar el reto de alimentar de manera sostenible a una población mundial en crecimiento, proyectada a alcanzar 10 mil millones para el año 2050. Los principales puntos destacados del informe son:
- Innovación y tecnología: se destaca la necesidad de integrar la inteligencia artificial y Big Data en la agricultura para mejorar la salud del suelo y optimizar el uso de recursos como el agua.
- Sostenibilidad y medio ambiente: se aborda la importancia de adoptar prácticas agrícolas regenerativas y ecológicas que respeten y promuevan el equilibrio con la naturaleza.
- Salud humana: se enfatiza la relevancia de focalizar los esfuerzos en la salud humana a través del desarrollo y consumo de proteínas alternativas y prácticas alimenticias más saludables.
- Colaboración global y educación: Se señala la necesidad de una acción conjunta y coordinada que involucre a reguladores, la industria alimentaria, la academia, consumidores, inversores y startups para fomentar la educación y financiación en el sector.
- Crisis de recursos: En el contexto actual de crisis energética, climática y de recursos hídricos, se subraya la urgencia de redefinir los sistemas de producción alimentaria para asegurar la sostenibilidad a largo plazo.
Estos temas subrayan un enfoque holístico y multidisciplinario necesario para transformar tanto la producción como el consumo de alimentos con el fin de enfrentar los desafíos futuros de la alimentación mundial.
La agricultura: la raíz de un futuro sostenible
El sistema agroalimentario actual se enfrenta a un desafío gigantesco: debe reconciliar la imperiosa necesidad de nutrición humana con la sostenibilidad medioambiental, social y económica. Este dilema se agudiza al observar que aproximadamente un tercio de las emisiones globales de gases de efecto invernadero provienen de este sector, que también es responsable del consumo del 70% del agua dulce disponible. A pesar de estos datos alarmantes, la alimentación es esencial para la vida humana, siendo la nutrición un pilar fundamental para la salud.
Las prácticas agrícolas convencionales han estado marcadas por el uso intensivo de recursos naturales no renovables, fertilizantes químicos, y sistemas de irrigación que a menudo resultan en la degradación de la tierra, la disminución de la biodiversidad y la contaminación de cuerpos de agua. Estas metodologías afectan el medio ambiente y, además, ponen en riesgo la seguridad alimentaria a largo plazo debido al agotamiento de los suelos y la reducción de la capacidad agrícola de las tierras.
En respuesta a estos desafíos, emerge el concepto de agricultura regenerativa, que busca minimizar el impacto negativo en el medio ambiente, revitalizando los ecosistemas y comunidades. Este enfoque va más allá de la sostenibilidad, proponiendo prácticas que mejoran la estructura del suelo, incrementan la biodiversidad, y restauran el ciclo natural del agua y los nutrientes en el ambiente. Por ejemplo, técnicas como la rotación de cultivos, la agricultura de conservación y el manejo integrado de plagas son fundamentales para reducir la dependencia de insumos químicos y mejorar la resiliencia de los cultivos ante el cambio climático.
Los avances tecnológicos juegan un papel crucial en la transformación de la agricultura. Herramientas de precisión agrícola, como la teledetección y los sistemas de riego inteligentes, permiten a los agricultores optimizar el uso de agua y fertilizantes, reduciendo así su huella ambiental. Además, la adopción de energías renovables en las operaciones agrícolas disminuye la dependencia de combustibles fósiles, contribuyendo a una reducción notable de las emisiones de CO2.
Por otro lado, la sostenibilidad económica es igualmente fundamental. Si las prácticas regenerativas no son económicamente viables, su adopción será limitada. El desafío está en diseñar e implementar métodos que sean rentables para los agricultores y que, al mismo tiempo, satisfagan las demandas del mercado y las necesidades de una población en crecimiento.
El cambio hacia una agricultura más regenerativa requiere también un compromiso colectivo y global. Políticas gubernamentales que apoyen prácticas agrícolas sostenibles, subvenciones para la investigación en tecnologías verdes y una mayor conciencia y educación entre los consumidores, son esenciales para incentivar y facilitar este cambio. La colaboración internacional y el intercambio de conocimientos y tecnologías pueden acelerar la adopción de prácticas más sostenibles a nivel mundial.
Innovación hacia una proteína sostenible: desafíos y oportunidades
En términos de emisiones específicas asociadas con la producción de proteínas animales, los números son reveladores. La producción de un kilo de carne de buey, por ejemplo, puede requerir casi 17.000 litros de agua y generar 65 kilos de CO2, destacando la necesidad urgente de innovar en prácticas agrícolas y pecuarias que reduzcan drásticamente estos números. La innovación en la producción de proteínas, tanto animal como vegetal, es crucial para asegurar una transición hacia métodos más sostenibles.
En la actualidad, el consumo de proteínas en España supera entre un 30 y un 50% lo necesario para una vida saludable, contribuyendo a una ingesta calórica diaria que casi duplica lo recomendado. A nivel global, con una población que se espera crezca de 8.000 a 10.000 millones, la demanda de proteínas podría aumentar hasta un 50%, exacerbando los retos medioambientales ya críticos, como altas emisiones de gases, uso excesivo de agua y pérdida de biodiversidad. Frente a este panorama, es imperativo cambiar el modelo de producción proteica actual. Empresas como Pascual están liderando este cambio, buscando formas sostenibles de aumentar la producción proteica sin agravar el impacto ambiental.
En respuesta a estos retos, la innovación hacia una proteína sostenible implica el desarrollo y adopción de tecnologías que permitan reducir significativamente el uso de recursos como el agua y la tierra, y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto implica mejorar las prácticas en la producción animal, pero, sobre todo, explorar y potenciar las fuentes alternativas de proteínas.
Las proteínas de origen vegetal, como las derivadas de legumbres (soja, guisantes, lentejas), nueces y semillas, ofrecen una alternativa prometedora por su menor impacto ambiental en comparación con las fuentes animales. La innovación en este sector también incluye el desarrollo de productos híbridos, que combinan ingredientes de origen animal y vegetal para optimizar tanto el perfil nutricional como la sostenibilidad ambiental.
Además, la biotecnología juega un papel fundamental en la revolución de la producción proteica. La fermentación de precisión y las técnicas de cultivo de tejidos están emergiendo como vías para producir proteínas que no requieren la cría de animales, lo que podría reducir drásticamente las demandas de recursos y las emisiones asociadas.
El enfoque hacia una proteína sostenible responde a una necesidad ambiental y se alinea con las tendencias de consumo responsable y la demanda creciente de productos que soporten un estilo de vida saludable y sostenible. Esta transición hacia fuentes de proteína más sostenibles se presenta como un componente crucial en el esfuerzo más amplio para lograr un sistema alimentario global que sea respetuoso con el planeta y adecuado para sus habitantes.
Un ejemplo práctico: la transformación en la producción láctea
La empresa irlandesa The Kerry Group, donde trabaja Juan Aguiriano, que factura 8.000 millones de euros y emplea a 22.000 personas, ha trabajado con 3.000 agricultores para reducir la emisión de CO2, el uso de nitrógeno y fertilizantes, y las emisiones de metano en la producción de leche. Han logrado reducir la media de CO2 por litro de leche a 0.91 kilos, comparado con la media europea de 1.50 kilos y la mundial de 2.5 kilos. Algunos agricultores en Irlanda han conseguido reducir esta cifra aún más, a 0.7 kilos de CO2 por litro de leche. Las estrategias incluyen el uso reducido de fertilizantes sin afectar la producción de pasto, seleccionar vacas que emiten menos metano y gestionar mejor los purines. Estos esfuerzos han resultado en un sistema más económico de producción láctea. Además, esta iniciativa forma parte de un enfoque más amplio que busca transformar estos avances en la producción de lácteos en innovaciones en otros productos, como fórmulas infantiles y alimentos a base de plantas, introduciendo alternativas sostenibles como productos híbridos de leche y avena.
El caso de Pascual Innoventures
Hace unos años, conscientes de la necesidad de adaptarse y prepararse para el futuro, Pascual decidió crear Pascual Innoventures. Esta aceleradora se enfoca en el desarrollo de startups que incorporan un alto grado de innovación y un modelo de emprendimiento. Operando independientemente del segmento principal de alimentación y bebidas de la empresa, Pascual Innoventures tiene la libertad de crear startups que, se espera, se conviertan en los negocios del futuro de Pascual.
Una iniciativa destacada de Pascual Innoventures es Mylkcubator, un programa especializado en nuevas tecnologías para la producción de proteína biosintética. Este acelerador apoya a startups dedicadas a este campo, proporcionando asesoramiento y apoyo tecnológico para facilitar la transición de la tecnología al mercado. La colaboración con centros tecnológicos también mejora todos los procesos implicados, asegurando un desarrollo integral de las innovaciones.
¿Cuál es la oportunidad? Los expertos destacan dos datos cruciales que ilustran la necesidad urgente de eficiencia en la cadena agroalimentaria: actualmente, el 77% de la tierra cultivada se utiliza para agricultura animal, que solo produce el 17% de los alimentos, y esta actividad es responsable del 26% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Además, la coexistencia de 2,000 millones de personas con sobrepeso y 800 millones malnutridas subraya la ineficiencia del sistema actual. A pesar de que solo el 3.4% de las startups están involucradas en esta industria, existe una oportunidad gigantesca de capturar y crear un valor de 200,000 millones de dólares si queremos cumplir con los acuerdos de París.
Con una población proyectada de 10,000 millones para 2050 y la necesidad de recursos equivalentes a 1.6 planetas Tierra bajo el modelo actual, es imperativo buscar alternativas sostenibles. Pascual Innoventures está en la vanguardia de esta búsqueda, explorando y promoviendo soluciones innovadoras que responden a los desafíos ambientales y redefinen lo que consumimos y cómo lo hacemos.
En un esfuerzo por responder a los desafíos medioambientales y de sostenibilidad, las innovaciones en la industria alimentaria están creando alternativas viables a productos básicos como lácteos, huevos, grasas, y más. Se están desarrollando sustitutos para reducir el consumo de azúcar y explorando alternativas para el café y la sal, debido a las preocupaciones tanto sociales como medioambientales asociadas a sus cadenas de valor tradicionales. Estas nuevas tecnologías no solo ofrecen sustitutos, sino que también permiten la creación de nuevos ingredientes con funcionalidades mejoradas, ampliando la eficacia de lo que tenemos actualmente.
Una de las razones clave para estas innovaciones es la necesidad de mejorar la eficiencia en la producción de alimentos. Por ejemplo, la eficiencia de la producción de proteínas en la ganadería es del orden del 5%, lo que indica que de 100 kilos de proteína consumidos por una vaca, solo 5 kilos son aprovechados por los humanos. Las nuevas tecnologías prometen mejorar esta eficiencia significativamente, superando incluso el 30-40% en algunos casos. Además, estas tecnologías ofrecen el beneficio adicional de mejorar el bienestar animal, un tema que también lleva un peso ideológico considerable.
Las tecnologías que están liderando esta revolución incluyen:
- la fermentación de precisión,
- los cultivos moleculares,
- los cultivos celulares, y
- la fermentación de biomasa.
La fermentación de precisión, por ejemplo, utiliza microorganismos modificados genéticamente para producir proteínas bioidénticas mediante un proceso de fermentación en biorreactores, seguido de extracción y purificación.
En el campo de la agricultura molecular, se utilizan genes vegetales, como los de la zanahoria, para expresar proteínas deseadas, proporcionando una fuente alternativa y sostenible de nutrientes. Los cultivos celulares, principalmente utilizados para carnes y aves, implican el cultivo de células animales en un medio nutritivo, eventualmente formando tejidos que se pueden usar como carne.
La fermentación de biomasa aprovecha los desechos para crear productos circulares, aumentando la sostenibilidad del proceso productivo. Esta tecnología se destaca por su capacidad de transformar residuos en recursos valiosos, cerrando el ciclo de producción de manera eficiente y sostenible.
Ejemplos y aplicaciones prácticas
Las bebidas vegetales fueron algunas de las primeras aplicaciones de estas tecnologías, seguidas por alternativas a la carne y los huevos. Compañías como Perfect Day ya están comercializando suero lácteo creado mediante fermentación de precisión en mercados como Estados Unidos, donde la regulación lo permite. En Europa, muchas startups están en proceso de obtener aprobación regulatoria para comercializar productos similares.
Un ejemplo notable en el campo de los huevos es la bioalbúmina, utilizada para hacer tortillas francesas que sorprenden por su sabor y textura, demostrando el potencial de estas tecnologías para replicar alimentos tradicionales de manera sostenible y ética.
Desafíos y expectativas en la adopción de nuevas tecnologías alimentarias
Las tecnologías en el ámbito de las alternativas alimentarias presentan diferentes niveles de madurez. Mientras que las proteínas vegetales ya están bien establecidas en el mercado, otros ingredientes alternativos y productos híbridos que combinan componentes animales y vegetales, como los hongos y la fermentación, todavía están en fases de expectación y se enfrentan a grandes desafíos. Un ejemplo notable es el desarrollo de proteínas a partir del aire, que se encuentra en una fase inicial, pero promete revolucionar el concepto de producción de alimentos.
Para que las proteínas producidas mediante nuevas tecnologías sean competitivas con las proteínas animales, es esencial avanzar en el desarrollo de biorreactores y otros procesos de laboratorio. Estos avances permitirán potencialmente reducir los costes a una fracción de los actuales, facilitando así su adopción por parte de un mercado más amplio.
Retos en la aceptación del consumidor
Una gran incertidumbre en la adopción de estas nuevas tecnologías es la respuesta del consumidor, que varía desde el rechazo hasta la curiosidad. Los retos principales incluyen replicar el sabor y la textura de los alimentos tradicionales, aspectos cruciales sin los cuales las alternativas tendrán dificultades para ganar aceptación. Además, la accesibilidad y el precio son factores determinantes; los avances tecnológicos deben asegurar que la producción a gran escala sea viable y que los costos se reduzcan significativamente.
El cambio generacional y la creciente preocupación por el cambio climático podrían favorecer la normalización y aceptación de alimentos producidos mediante tecnologías avanzadas. Sin embargo, persiste la preocupación por la percepción de que estos alimentos son más «sintéticos» y las posibles implicaciones para la seguridad alimentaria. Aunque estas tecnologías prometen productos bioidénticos, la confianza del consumidor es crucial y debe fortalecerse a través de la transparencia y la educación.
En cuanto a las carnes vegetales, el desafío de mantener un etiquetado limpio es significativo. Los consumidores son cada vez más conscientes de los ingredientes de los productos que consumen, y una lista larga de componentes desconocidos puede disuadir su aceptación. Es esencial que las alternativas no solo sean sostenibles sino también comprensibles y aceptables para el consumidor.
A largo plazo, se anticipa un mundo donde coexistan tecnologías tradicionales y nuevas, adaptándose gradualmente a las necesidades y aceptación del consumidor. Este enfoque híbrido permitirá una transición suave hacia sistemas alimentarios más sostenibles sin eliminar abruptamente prácticas tradicionales como la ganadería.
El desafío del desperdicio alimentario: estrategias para reducir la merma en la cadena de suministro
El desperdicio alimentario representa un desafío crítico en nuestro sistema agroalimentario, tanto desde una perspectiva ética como ambiental. Aproximadamente el 30% de los alimentos producidos globalmente nunca llegan a ser consumidos. Esta situación se agrava en los países desarrollados, donde en el hogar se llega a desperdiciar hasta el 40 o 50% del pan, el 20% de la carne y entre el 30 y el 40% de las verduras. Pero el problema no se limita solo a los consumidores finales; se extiende a lo largo de toda la cadena de suministro, incluyendo las pérdidas en el campo, durante la producción, y en puntos de venta como restaurantes y hoteles.
Impacto medioambiental del desperdicio alimentario
El impacto medioambiental del desperdicio alimentario es considerable. Cada kilo de comida desechada representa un desperdicio de recursos como agua y tierra y, además, contribuciones significativas a la deforestación y las emisiones de CO2. Sorprendentemente, el 10% de todas las emisiones de CO2 ligadas al cambio climático provienen del desperdicio alimentario, una cifra que supera las emisiones totales de la industria de la aviación mundial. Este dato pone de relieve la urgencia de abordar este problema para mitigar su impacto en el cambio climático.
Estrategias para reducir el desperdicio
Una de las estrategias más efectivas para combatir el desperdicio alimentario es mejorar la vida útil de los alimentos sin recurrir a aditivos químicos. Esto permite a los comercios y consumidores tener más tiempo para consumir los productos antes de que se deterioren. Aunque históricamente los consumidores han mostrado reticencia hacia los productos con larga vida útil por asociarlos con procesados no saludables, es posible emplear métodos que extienden la durabilidad de los alimentos sin comprometer su calidad nutricional.
En los países emergentes, el desafío se centra también en mantener adecuadamente la cadena de frío para evitar la merma de productos perecederos. Además, es crucial optimizar los procesos industriales para minimizar las pérdidas durante la producción. Otra área de oportunidad es la gestión de productos que, aunque nutricionalmente adecuados, no cumplen con los estándares estéticos del mercado y por ende son descartados.
Alinear oferta y demanda
Finalmente, una mejor planificación que alinee la oferta y demanda puede reducir significativamente el desperdicio. Esto implica ajustar los ciclos de producción y venta a las tendencias de consumo real, evitando así sobreproducciones que terminan en desperdicio debido a una planificación deficiente o cambios imprevistos en la demanda.
Preguntas y respuestas con los expertos: sinergias, pérdida de alimentos y educación del consumidor
A continuación, se resume la parte final del webinar de preguntas y respuestas con Gabriel Torres y Juan Gabriel Aguiriano.
Fomento de sinergias entre startups y grandes corporaciones: un ejemplo efectivo de cómo fomentar sinergias entre startups tecnológicas y grandes corporaciones se ha visto en Irlanda, donde se ha establecido una aceleradora en colaboración con el gobierno y empresas estatales. Este enfoque permite a las startups acceder directamente a un mercado potencial de 3,000 agricultores, con el apoyo de una inversión compartida entre el sector público y privado. Esta colaboración público-privada es vital para probar y escalar nuevas tecnologías en el sector alimentario.
Estrategias efectivas para minimizar la pérdida de alimentos: para reducir la pérdida de alimentos en la producción y distribución, una estrategia efectiva es extender la vida útil de los productos, lo cual es económico y ofrece un retorno significativo. Esto se logra a través de soluciones como extractos botánicos y productos fermentados, que son naturales y efectivos. Además, la economía circular juega un papel crucial: lo que no se puede evitar en términos de desperdicio debe ser reutilizado, por ejemplo, utilizando residuos de cerveza para crear productos útiles, estableciendo un enfoque de reducir, reutilizar y, finalmente, redistribuir.
Avances tecnológicos prometedores en la producción de ingredientes y proteínas alternativas: entre los avances tecnológicos más prometedores se encuentran la fermentación de precisión y la agricultura celular, aunque esta última se enfrenta a desafíos significativos de escalabilidad. La fermentación de precisión ya está comenzando a producir resultados comerciales a pequeña escala, ofreciendo productos que pueden competir con alternativas tradicionales en términos de calidad y sostenibilidad.
Educación y convencimiento del consumidor: para educar y convencer a los consumidores sobre los beneficios de las nuevas tecnologías alimentarias, es crucial adoptar enfoques que resalten la sostenibilidad, el bienestar animal, y los beneficios nutricionales. El mercado B2B, especialmente en industrias con altos márgenes como la cosmética, puede adoptar estos nuevos ingredientes más rápidamente debido a menores barreras de aceptación del consumidor. En cuanto al mercado directo al consumidor, se debe asegurar que los productos, además de ser sostenibles y saludables, ofrezcan una experiencia sensorial comparable o superior a los productos tradicionales, siguiendo el modelo de empresas exitosas como Tesla en el sector automotriz.
Estas estrategias combinadas fomentarán una transición más suave hacia un sistema alimentario sostenible, donde la innovación responde a necesidades ambientales y satisface y excede las expectativas del consumidor moderno.