Hacia dónde va el futuro del dinero

Resumen generado por IA

El informe destaca que conceptos clave sobre el futuro del dinero, como monedas complementarias, pagos móviles, criptomonedas estables, dinero programable y desintermediación financiera, siguen vigentes aunque su adopción masiva aún no se ha concretado. Aunque la innovación en el ámbito financiero avanza lentamente debido a sus implicaciones sociales y políticas, cuando estas innovaciones emergen, lo hacen con gran fuerza y rapidez, como ocurrió con Internet y los teléfonos inteligentes. La posible aparición de una moneda digital global podría replicar este fenómeno de adopción masiva en poco tiempo.

Según un informe de la Comisión Europea de 2019, la tecnología Blockchain se encuentra en una etapa inicial y podría tardar entre 10 y 15 años en impactar profundamente, enfrentando retos como el consumo energético y la interoperabilidad. Sin embargo, el interés creciente de inversores y reguladores sugiere que los cambios podrían ser más rápidos e impactantes de lo esperado, especialmente si proyectos como Libra se consolidan. Eden Schochat, experto en tecnologías disruptivas, señala que las criptomonedas aún están en una fase crítica de adopción, pendiente de un caso de uso claro que facilite su integración masiva, lo cual podría ocurrir en uno o dos años. Entre los principales retos tecnológicos figuran la liquidez, micropagos y el trilema de seguridad, descentralización y escalabilidad. Aplicaciones inmediatas de Blockchain podrían surgir en la titularización de activos, mientras que regulaciones europeas como la PSD2 están transformando el sistema de pagos hacia mayor innovación y competencia.

Las innovaciones alrededor del dinero se implantan muy lentamente, nuestros expertos calculan que en 10 años, pero serán revolucionarias.

En nuestro informe se apuntaban ya tendencias que siguen a día de hoy siendo vigentes y aún no realizadas de manera masiva. Quizás nuestros expertos fueron optimistas en cuanto al ritmo de adopción, pero muy acertados en cuanto al contenido: Monedas complementarias, pagos con el móvil, criptomonedas globales estables, dinero programable, desintermediación versus sobre intermediación. Todos estos conceptos siguen siendo los temas clave en el futuro del dinero.

Puede parecer que las innovaciones alrededor del dinero, como todas las innovaciones con implicaciones sociales y políticas, se implantan muy lentamente o que nunca surgirán, pero cuando surgen, lo hacen con una potencia inusitada e imprevisible. Por poner un ejemplo, Internet tiene sus orígenes en 1969, cuando se estableció la primera conexión de computadoras, conocida como ARPANET. Tim Berners-Lee diseñó la World Wide Web en 1990. Pocos podían imaginar que la llegada de los teléfonos móviles inteligentes serían el catalizador para un uso masivo de esta tecnología (más del 50% de la población mundial). La aparición de una moneda global digital podría ser también de adopción masiva en un breve espacio de tiempo.

El informe de septiembre de 2019 de la Comisión Europea , “Blockchain Now And Tomorrow”, pronostica que para que se produzca un profundo impacto de Blockchain deben pasar al menos 10-15 años. Considera que la tecnología está en la «etapa embrionaria» y que enfrenta problemas como el excesivo consumo de energía y la interoperabilidad.

Sin discutir los plazos para que se produzca un profundo impacto, el número de actores involucrados, la cantidad de inversiones realizadas y previstas tanto públicas como privadas, así como el manifiesto interés de los reguladores promoviendo los sandoxes regulatorios, nos hace prever que los cambios se van a producir de manera mucho más abrupta de lo que muchos piensan. Basta con que un proyecto como el de Libra vea la luz para que miles de millones de ciudadanos adopten un dinero digital que hoy no existe y una nueva forma de entender las transacciones financieras.

Según Eden Schochat, patrono de la Fundación de la Innovación Bankinter,  socio fundador de Aleph VC, y experto en innovaciones disruptivas, las criptomonedas y en general las soluciones DLTs (Distributed Ledger Technologies), dentro de las cuales están las soluciones Blockchain y dentro de las cuales está Bitcoin, se encuentran aún en estado de «pre-abismo», siguiendo el modelo de Geoffrey A. Moore postulado en su libro «Crossing the Chasm». Según este modelo, en el ciclo de vida de la adopción de tecnología (que comienza con los innovadores y pasa a los primeros en adoptar, la mayoría temprana, la mayoría tardía y los rezagados), existe un gran abismo entre los primeros en adoptar y la mayoría temprana. Y aún no sabemos cómo se cruzará el abismo. Aún no ha surgido la aplicación útil, sencilla, sin trabas, que permita a esta tecnología cruzar el abismo y llegar a ser de uso masivo. Eden pronostica que aún faltan uno o dos años para que eso suceda y que, cuando suceda, será con un caso de uso de algo que no existe a día de hoy.

Algunos de los problemas no resueltos con las criptomonedas es la liquidez de las mismas y la capacidad de realizar micropagos con ellas. Eden señala que iniciativas como Lightning Network apuntan a que la solución a estos problemas puede estar a punto de aparecer.

En el ámbito más tecnológico, Eden nos dice que aún no se ha llegado a una solución óptima para la resolución de «trilema» existente con Blockchain y las DLTs en general: ofrecer seguridad, descentralización y escalabilidad de forma simultánea.

Para Eden Shochat, una aplicación inmediata de Blockchain es en el negocio de la titularización de activos, donde aportaría agilizar los procesos, reducir los costes, aumentar la velocidad de las transacciones, mejorar la transparencia y fortalecer la seguridad.

Pasando al ámbito del dinero electrónico, la Segunda Directiva de Servicios de Pago (conocida como PSD2 por sus siglas en inglés), que teóricamente entró en vigor el pasado 14 de septiembre, está llamada a revolucionar el sistema de pagos en Europa y, por tanto, en España. A la llegada de agregadores de cuentas como Fintonic (que se conocen como Account Information Service Providers (AISPs), se sumarán diversos servicios de pago que ofrecerán aquellas entidades que cumplan los requisitos para ejercer como Payment Initiation Service Providers (PISPs).