Inteligencia artificial
Hiperautomatización: los robots que ayudan a decidir en las empresas

Las nuevas aplicaciones de la inteligencia artificial en los negocios llegan dispuestas a aportar valor a nuestro trabajo.
En la Cuarta Revolución Industrial, “aportar valor” es una de las expresiones que más se repiten. Cada vez más empresas, trabajadores o directivos se entregan a esa labor, que consiste en elevar el nivel de sus tareas. También lo hacen las aplicaciones de la inteligencia artificial en los negocios: la hiperautomatización, una de las grandes tendencias industriales de los próximos años, busca que también la tecnología eleve su contribución al negocio.
Según previsiones de la consultora Gartner, el mercado de la hiperautomatización superará los 520.000 millones de euros en 2022. Esta tendencia transversal transformará la manera de trabajar de empresas de todo tipo de tamaños y sectores, que podrán tomar las decisiones estratégicas más adecuadas apoyándose en robots.
Qué es la hiperautomatización
La hiperautomatización tiene que mucho que ver con la automatización inteligente. Este concepto añade a la automatización de procesos que aporta el RPA —automatización robótica de procesos— otras herramientas características de la Industria 4.0, como la inteligencia artificial o el aprendizaje automático.
De esta manera, la automatización inteligente de procesos es mucho más flexible que la clásica, ya que permite incluso que los robots reaccionen ante imprevistos.
Por su parte, la hiperautomatización es una aproximación que permite a las empresas identificar, comprobar y automatizar rápidamente tantos procesos de negocio y tecnológicos como sea posible.
Como resultado, la hiperautomatización facilita a las empresas la labor de decidir qué se automatiza y qué no. Es decir, no solo libera a los trabajadores de pasar su jornada apretando tornillos o realizando tareas peligrosas: también agiliza la toma de decisiones a un nivel más elevado.
Nuevas aplicaciones de la inteligencia artificial en los negocios
Aplicar la hiperautomatización en una empresa evita tener que identificar y priorizar a mano todos los procesos que forman parte de ella para ver cuáles se delegan en robots. De hecho, la tecnología que emplea es incluso capaz de comprender las tareas que realizan cada día sus empleados para sugerir cuáles deberían ser automatizadas.
Para alcanzar sus objetivos, la hiperautomatización se sirve de avances como la automatización inteligente, la minería de datos, el procesamiento de lenguaje natural (PNL) o el reconocimiento óptico de caracteres (OCR).
Esto supone, por ejemplo, robots capaces de leerse cientos de páginas de facturas, informes o legislación para obtener inteligencia e identificar oportunidades de negocio en un instante. También pueden entablar conversaciones, escuchar o recoger información sobre un cliente a partir de la información que deja en distintas plataformas, como las redes sociales o el servicio de soporte de la propia empresa.
La hiperautomatización va incluso un poco más allá en las aplicaciones de la inteligencia artificial de los negocios. De hecho, su uso permite crear de manera autónoma otros robots que automaticen ciertas tareas, como ayudar a un usuario a encontrar la información que necesita o a completar un proceso de compra.
Humanos que cuentan (y mucho)
¿Significa todo esto el advenimiento de una era en la que los robots nos comerán el terreno poco a poco y acabarán por despedirnos a todos? En absoluto: habilidades humanas como el pensamiento crítico o la interpretación de datos seguirán siendo imprescindibles para una toma de decisiones acertada.
Un ejemplo claro en este sentido es el de la automatización de la gestión de personas en una empresa. Sin humanos detrás, se corre el riesgo de fiar las decisiones sobre personal exclusivamente a la productividad o a los sesgos de una inteligencia artificial, sin tener en cuenta otros factores. Como consecuencia, el bienestar de los empleados se resentiría y la empresa sufriría para retener y atraer talento.
En realidad, la hiperautomatización consiste en allanar el terreno para que los humanos nos dediquemos a —recordemos— aportar valor real al negocio. A partir de las contribuciones de nuestros compañeros robots, a nosotros nos queda aprovechar la inteligencia recogida y el tiempo liberado de tareas farragosas para tomar decisiones de más alto nivel.
En el Future Trends Forum de Fundación Innovación Bankinter, distintos expertos han abordado el futuro del trabajo, con la tecnología habilitadora de nuevas formas de trabajar como una de sus grandes tendencias, así como el impacto que la inteligencia artificial tendrá en nuestras vidas, por si quieres ampliar información.