Educación

Lecciones aprendidas para las aulas del futuro 

Lecciones aprendidas para las aulas del futuro 

Herramientas como las habilidades blandas, la capacidad de comunicación, el uso de la tecnología o el pensamiento crítico son parte del camino hacia un futuro líquido en educación.

El sistema educativo occidental implica una disposición frontal y un diálogo prácticamente unilateral entre profesores y estudiantes. El proceso pedagógico sigue basándose, en gran medida, en el modelo que Plutarco ya criticó hace más de dos mil años, cuando escribió: «los estudiantes no son vasijas que hay que llenar, sino antorchas que hay que encender».  

Son necesarios los proyectos de innovación en educación, ya que la educación, igual que todos los demás ámbitos de la existencia, está involucrada en la revolución digital. Cuanto más las máquinas automaticen el trabajo, más valor cobrarán los aspectos puramente humanos, como ética y diversidad. Según Wang Tao, vicepresidente de Tencent Cloud y Tencent Education, “la tecnología se convertirá en un componente integral de la educación, pero seguiremos necesitando profesores y mucho contacto cara a cara. Me imagino que surgirá un nuevo modelo híbrido que fundirá lo mejor de ambos mundos para los estudiantes”.  

Si bien existen intentos de buscar alternativas tecnológicas a la figura del docente -en China, los maestros de parvulario cuentan con la asistencia de un pequeño robot llamado Keeko, que cuenta historias, plantea problemas y responde con expresiones faciales positivas cuando los estudiantes contestan correctamente- la figura del profesor sigue siendo insustituible. En las aulas del futuro, sin embargo, dejará de ser un simple distribuidor de información para convertirse en facilitador y mentor, capaz de enseñar habilidades tales como: 

  • Ciudadanía global. 
  • Innovación y creatividad (que incluye resolución de problemas y pensamiento analítico). 
  • Tecnología (para un uso consciente y crítico). 
  • Habilidades interpersonales (por ejemplo, inteligencia emocional, empatía, cooperación y conciencia social). 

Talia Milgrom-Elcott, experta en educación y tecnología, ponente en las jornadas organizadas por la Fundación Innovación Bankinter, no cree que vayamos a externalizar la conexión humano-a-humano que está en el corazón del aprendizaje en un futuro cercano. Ella cree que «la experiencia de ser guiado por adultos mentores que se preocupan por ti y que están allí para guiar esa transición de la niñez a la adultez, a la ciudadanía productiva, a la responsabilidad, es una tecnología perenne que sigue siendo una experiencia humana fundamental».

Alianza entre tecnología y personas 

Alianza entre tecnología y personas Fundación Innovación Bankinter

Es un proceso de integración, más que de sustitución. Porque si es cierto que el e-learning permite una mayor personalización del aprendizaje, también hay que reconocer que el contacto directo con el profesor es fundamental para la formación. El futuro de la educación es colaborativo, basado en proyectos grupales y resolución de problemas. Un contexto donde las habilidades transversales con las que cultivar y aprovechar las relaciones se vuelven clave para el éxito, especialmente en un mundo global donde impera la diversidad. 

En las aulas del futuro avanzamos en la dirección de un aprendizaje permanente, compuesto de actualizaciones continuas, que a menudo se materializan en momentos de microaprendizaje, breves, intensos y grupales. En esta línea, las tecnologías posibilitan el edutainment (educación + entretenimiento), con el que aprender a través de una experiencia directa, basada en el learning by doing (aprender haciendo) y la interactividad. 

Desde la perspectiva de la tecnología habilitadora, diversos estudios demuestran la utilidad de los videojuegos en el aprendizaje de materias complicadas como matemáticas o historia. También es previsible una interacción cada vez mayor con dispositivos como la realidad virtual y aumentada que pueden favorecer una mayor implicación. La inmersión, de hecho, puede resultar extremadamente útil en algunos casos, como en la formación de cirujanos o ingenieros. 

La realidad aumentada, por su parte, puede considerarse como una expansión artificial de nuestras capacidades cognitivas. Microsoft HoloLens utiliza la realidad mixta para enseñar anatomía y modalidades de tratamiento sanitario. El usuario que lleva estas lentes puede aislar, ampliar e incluso caminar dentro de partes del cuerpo humano. Del mismo modo, gracias a plataformas como Google Expeditions, los profesores pueden llevar a sus alumnos a un recorrido virtual por el Louvre o guiarlos en una caminata por la tundra ártica. 

Desarrollar al ser humano 

La innovación parece imparable, pero ¿la tecnología aumenta realmente nuestras capacidades cognitivas o más bien las disminuye? Un grupo de investigadores del University College de Londres estudió la relación entre el aprendizaje y el cerebro de un grupo de taxistas. Los científicos eligieron esta categoría porque, para obtener la licencia, deben memorizar 25.000 calles. Los análisis demostraron que tenían un mayor volumen de materia gris en la región posterior del hipocampo que aquellas personas que, utilizando dispositivos como los navegadores, no ejercían este inmenso trabajo mnemotécnico. 

Numerosos estudios demuestran también la dependencia de la cognición humana de la relación mano-mente. Es decir, en las aulas del futuro no se podrá encomendar todo tipo de esfuerzo o tarea a la tecnología sin el riesgo de provocar transformaciones negativas desde el punto de vista neurológico. La IA, por su parte. es más rápida y eficiente que nosotros en lo que respecta al procesamiento lógico-matemático, pero no puede igualar las capacidades humanas porque los procesos de toma de decisiones que nos caracterizan no incluyen simplemente el análisis lógico-matemático.  

Sin sentimientos y habilidades relacionales no podríamos entender cómo movernos en el mundo, con respecto a los demás y a nosotros mismos. Por tanto, ciertas actividades didácticas tradicionales, además de la función formativa del docente encargado de entrenar habilidades transversales tales como el pensamiento crítico y la creatividad, no pueden ser sustituidas, sino que deben integrarse con la tecnología. 

Reducir la brecha tecnológica 

educir la brecha tecnológica Fundación Innovación Bankinter

Finalmente, si la tecnología es la herramienta sobre la que se basa la educación del futuro, es necesario reducir la brecha de conocimientos. De hecho, como explica Milgrom-Elcott, “la mayoría de nuestros mayores desafíos como planeta entran en el ámbito STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), igual que a este ámbito pertenecen las mayores perspectivas laborales y de ingresos. Sin embargo, solo una pequeña fracción de la población mundial cuenta con las habilidades y las oportunidades para participar en la resolución de esos problemas.” 

Las aulas del futuro deben ser inclusivas. El 29 % de los jóvenes de todo el mundo, aproximadamente 364 millones de personas, no tiene acceso a internet y en los últimos años de emergencia sanitaria perdieron miles de horas de clase. Entre los principales objetivos de la Agenda 2030 de la ONU se encuentra el desarrollo de procesos de inclusión, para favorecer la entrada en el mundo laboral de jóvenes y mujeres, la recualificación y mejora de las capacidades de los trabajadores de niveles avanzados, además de apoyar iniciativas para personas discapacitadas. 

Según Milgrom-Elcott “el papel de la tecnología es mejorar la capacidad de las personas, para que todos los adultos y niños del mundo puedan completar esta transición digital de la manera más exitosa posible y garantizarse un futuro que les permita aportar algo a su comunidad y al planeta”. 

Siendo la educación un derecho fundamental, debemos exigir que esté al alcance de todos, para no aumentar las desigualdades que crean pobreza y explotación. En otras palabras, tendremos que invertir no sólo en nuevas tecnologías, sino también en el diseño de modelos para un uso de estas más inteligente e inclusivo, con el fin de reducir la brecha entre estudiantes, combatir el aislamiento y garantizar una formación adecuada para todos

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Expertos mencionados en esta entrada

Talia Milgrom-Elcott
Talia Milgrom-Elcott

Directora Ejecutiva y Co-Fundadora en 100Kin10

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