Ciencia
La carrera de la tecnología en la prevención de enfermedades

Cada año, aparecen más ejemplos de nuevas tecnologías médicas capaces de curar enfermedades y, en algunos casos, incluso prevenirlas
La investigación del presente salvará vidas en el futuro (quizá tu vida) gracias a las nuevas herramientas, tratamientos o terapias descubiertas en el proceso, de la misma forma en que la investigación del pasado está salvando vidas ahora.
En el horizonte de la carrera de la tecnología en la prevención de enfermedades, tecnologías como la edición genética mediante CRISPR o la terapia génica celular CAR-T hacen grandes promesas. ¿Cómo avanzan estas tecnologías? ¿Cómo se enfrentan a la complejidad del ser humano?
Convivir con nuestro propio zoológico interno: así es la complejidad humana, y la nueva medicina
“Cada uno de nosotros es un zoológico de nuestra propiedad, una colonia encerrada dentro de un solo cuerpo”, señalaba Ed Yong en Yo contengo multitudes (2017) al definir el cuerpo humano como un holobionte: el ser humano como sistema ecológico complejo, como un multividuo más que un individuo.
Las nuevas ramas de la medicina son conscientes de la complejidad humana y van más allá de tratamientos convencionales, diseñando procesos cada vez más precisos que realizan una pequeña tarea con una eficacia altísima, a menudo tratamientos personales, y a ser posible dejando todo lo demás sin tocar (evitando efectos secundarios).
¿En qué consiste la inmunoterapia CAR-T?
Es el caso de la estrategia con células CAR-T, que se basa en una modificación génica de los linfocitos T del paciente —un tipo de células del sistema inmunitario— con el objetivo de que ataquen con más éxito las células tumorales. Hasta ahora, los estudios in vitro (en tubo de ensayo) han tenido un éxito rotundo, y muchos ensayos en humanos (in vivo) ya van por buen camino.
¿Cómo funciona la tecnología CAR-T? El primer paso consiste en extraer sangre del paciente, de la que se separan los glóbulos blancos y de estos las células T. En laboratorio, se altera el receptor quimérico de antígenos (CAR) para que las nuevas células CAR-T se adhieran a los antígenos (un tipo de proteínas) de las células cancerosas. Tras esto, se devuelven al paciente. Es una terapia personalizada.
Tecnologías CRISPR para una medicina preventiva
Entre los ejemplos de nuevas tecnologías, la sociedad toma cada vez toma más conciencia de la posibilidad de evitar enfermedades e incluso algunas formas de incapacidad. La tecnología CRISPR-Cas9 ha demostrado un gran potencial en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades. Su capacidad para editar el material genético de las células ha abierto nuevas posibilidades en la prevención de enfermedades, incluido la COVID-19 o el cáncer.
Sin embargo, este tipo de ‘correcciones’ plantea cuestiones éticas sin resolver, entre las que destaca el tratamiento de condiciones que no son enfermedad, como por ejemplo algunos tipos de enfermedades hereditarias. Si para algunas personas sordas la pertenencia a esta comunidad no es algo a corregir, sino parte de una personalidad o cultura, y aporte de diversidad; cabe esperar cierta oposición a ‘correcciones’ que eliminarán el legado genético.

Corregir genes que causan muertes
Donde hay más consenso es en el uso de CRISPR-Cas9 para evitar muertes prematuras al editar genes asociados a enfermedades muy específicas que, se cree, solo afectan de forma negativa. Es el caso de las mutaciones del gen MYBPC3, capaces de causar cardiomiopatía hipertrófica familiar.
En España, este gen saltó a primer plano cuando Antonio Puerta falleció por un sobreesfuerzo en el campo. Corregir su mutación sin duda salvará vidas, aunque el MYBPC3 es uno de esos genes ‘fáciles’ porque parece afectar a muy pocos sistemas.
Por desgracia, se ha mencionado que somos nuestro propio holobionte, algo así como un ecosistema con patas. La mayoría de los tratamientos afectan a otros elementos de formas a menudo no esperadas. De modo que es normal que la punta de lanza de la tecnología médica ‘vaya tan despacio’. ¿Es posible acelerarlo?
Investigar nuestro hologenoma: el genoma de todo lo que llevamos dentro
Como se mencionó en el informe Megatrends 2023, es imperativo que descifremos nuestro microbioma, ese conjunto de microorganismos que llevamos dentro y ganan diez a uno a nuestras células. El éxito de los ejemplos de nuevas tecnologías médicas aquí presentados ha ido de la mano de investigaciones previas.
En 2003, el Proyecto del Genoma Humano anunció que había completado el primer borrador de la secuencia del genoma humano, pero con huecos que han terminado de llenarse en 2022. Y se ha tardado otro año más en el primer borrador del pangenoma humano que incluya más variabilidad genética.
Sabemos un montón sobre el genoma humano, pero solo hemos rozado su superficie. Del hologenoma, el genoma conjunto de nosotros mismos junto a los genomas de nuestro zoo de microbiota interno (holobionte), directamente no sabemos casi nada. Hay que seguir investigando y desarrollando tecnología.